Aunque los jóvenes de esa urbe están hartos de la historia de la bomba atómica, debemos preservar la memoria, explica Kumotaro Mukai en charla con La Jornada; habrá una función en el Teatro de la Ciudad
Sábado 27 de octubre de 2018, p. 2
El butoh, danza del movimiento y cuerpo que emerge desde el espíritu, llegará el 11 de noviembre al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con el montaje de Dos soles, del bailarín y coreógrafo japonés Kumotaro Mukai (Hyogo, 1967).
En entrevista con La Jornada el maestro Mukai, quien perteneció a la compañía Dairakudakan, sostiene que ‘‘lo fundamental de la mente o el espíritu del butoh es dar, que es crear. La obra no la pienso como un diseño o cálculo mental; me interesa reunir un equipo para crear”.
Añade que el arte del butoh se sustenta en la duda. ‘‘No hay certezas, sino más bien incógnitas; uno en soledad, uno existe, y el miedo arde y eso también puede llamarse de otro modo: curiosidad y, a su vez, deseo. Así la espiral también se nos presenta como pregunta: ¿para qué es todo? La danza es sinónimo de asombro ante lo inconmensurable... Búsqueda-extravío-paradoja humana.”
En la alquimia creativa de Mukai se incluyen varios aspectos, pues además de los bailarines y la coreografía también hay elementos técnicos.
Preocupado de que el olvido llegue a la sociedad y se repita una catástrofe nuclear en diferentes latitudes, Kumotaro Mukai creó la obra Dos soles en la que está presente lo que sucedió en Hiroshima donde murió su abuelo.
Respecto del tema de la pieza refiere que los jóvenes de esa urbe ya están hartos de la historia de la bomba atómica, pero por eso mismo es necesario presentar la obra. ‘‘No debemos dejar que desaparezca tan fácilmente de la memoria. Es necesario no olvidar lo de Hiroshima porque los jóvenes se sienten aburridos, y esto es importante para las nuevas generaciones.”
Explica que en su propuesta no le interesa tanto la cuestión política, sino que los espectadores infieran sus conclusiones; sólo sugiere su visión sobre el tema pero no quiere imponer un mensaje.
‘‘Es la evocación de un suceso y no debe existir una opinión única o mensaje directo. En contraste, invita a pensar un poco en varios aspectos de la existencia”, añade el bailarín japonés.
Tiempos y dilemas
En Dos soles Kumotaro habla acerca de los tiempos y dilemas, a veces inciertos, que se viven como la geopolítica y nosotros los anónimos, un abuelo muerto en Hiroshima, y hace alusión a Albert Einstein, quien representa la ciencia en tiempos y al servicio de la guerra permanente.
El coreógrafo comparte que la primera vez que escenificó esa obra hace varios años resultó muy serio y profundo por ser una circunstancia compleja, sin embargo no descarta incluir algo de comicidad pues dice que ésta ayuda a curar y replantear las situaciones aunque el elemento central siga inalterable.
Kumotaro Mukai afirma que su montaje se inscribe en los actos conmemorativos por el 130 aniversario de relaciones diplomáticas entre México con Japón. Es una coproducción binacional, con la dirección general y artística del maestro japonés y del mexicano Espartaco Martínez.
La obra Dos soles se escenificará el 11 de noviembre a las 18 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, ubicado en Donceles 36, Centro Histórico.