La consulta nacional comenzó ayer con fallas en la aplicación para el registro de votos, lo que permitió a ciudadanos sufragar más de una vez en diferentes casillas; el uso de tinta regular, no indeleble; la caída de la página web con información del proceso, y el uso de boletas sin folio.

Ante esta situación, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la consulta no se cancela. Eso es lo que quisieran los corruptos, pero va mucho muy bien. No quieren la consulta, por eso están en una contracampaña.

Anoche, al preguntarle si es confiable una consulta donde se podían duplicar votos, respondió: Confío en la gente. Los malosos, los corruptos, son muy pocos.

A las 22:30, el equipo de comunicación emitió un boletín para informar que en el primer día de la consulta participaron 184 mil 154 ciudadanos, cifra que ha rebasado las expectativas a pesar de la campaña de descalificación. Se trató de un primer día exitoso con amplia afluencia de habitantes.

Refirió que en el corte de las 22 horas se confirmó la instalación de mil 68 casillas de un total de mil 73 (99 por ciento). No se instalaron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y en Oxchuc, San Juan Chamula, San Juan Cancuc, y Mazatán, en el estado de Chiapas.

Desde temprano, usuarios de redes sociales difundieron que la aplicación no impedía participar más de una vez. Hecho que corroboró personal de este diario.

Aunque el ingeniero Javier Jiménez Espriú, próximo secretario de Comunicaciones, dijo que si se comprueban esos hechos ”sería gravísimo”, para el vocero del presidente electo, Jesús Ramírez Cuevas, el error técnico en la aplicación no invalida la consulta.

En algunas mesas de votación, incluida a la que acudió López Obrador, se tomaron los datos de los electores en papel para registrarlos más tarde en la aplicación. En un recorrido por casillas instaladas en Ciudad de México, se confirmó que la tinta aplicada a los pulgares era de la que se utiliza en sellos de goma, que se borra con agua y jabón, toallas húmedas o alcohol.

En otras se usaron plumones o toques de pintura violeta. En la mesa instalada fuera de la estación del Metro Mixcoac, una mujer incluso mostró a reporteros los dos pulgares entintados al votar por segunda vez.

Los organizadores instalaron una aplicación para teléfono móvil de los encargados de las mesas para capturar la clave de la credencial del Instituto Nacional Electoral de los ciudadanos para impedir más de un voto.

Sin embargo, la aplicación falló durante más de cinco horas, lo que permitió a ciudadanos y periodistas votar varias veces en mesas distintas. Los funcionarios de las casillas introducían los datos y, a pesar de que se pudo participar previamente, la aplicación anunciaba: Puede votar. Luego de tres votos en otras casillas, en la instalada en la glorieta de la estación Insurgentes del Metro el sistema no admitió uno más.

En declaración a la prensa en la casa de transición, Ramírez Cuevas expresó: Frente a los incidentes que ha habido respecto de la capacidad que han ejercicio algunos periodistas en varias ocasiones para comprobar que está bien la aplicación, queremos señalar que ha habido dificultades por falta de conectividad y ha retrasado la verificación de los números y eso ha causado esta situación.

Además, afirmó que ocurrió un intento de intervenir la aplicación, que ha recibido ataques.