A menos de una semana de que empiecen los trabajos de mantenimiento al Sistema Cutzamala, que implicará cortar el suministro de agua potable por 72 horas a la Ciudad de México, en Iztapalapa empezó la emergencia para abastecer a 107 colonias, donde habitan 800 mil personas que se verán afectadas por la suspensión del servicio.

La alcaldesa, Clara Brugada Molina, precisó que el suministro se suspenderá del 31 de octubre al 3 de noviembre; sin embargo, como Iztapalapa es el territorio más alejado de la entrada de la red del Cutzamala, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México le informó que el restablecimiento se prolongará tres o cuatro días más.

La demarcación históricamente padece escasez de líquido; hay puntos donde reciben el agua cada 10 días y en esta ocasión el corte será en las colonias y unidades habitacionales donde diariamente se les dota; por ello, Brugada Molina hizo un llamado a los vecinos a no desesperarse.

Ayer dio el banderazo de salida a 180 pipas de 10 mil litros cada una, cuyo operativo tendrá un costo de 20 millones de pesos. Será un gasto enorme, pero lo estamos enfrentando de forma organizada y de manera territorial. El objetivo es que la gente no sufra por la falta prolongada.

El agua, aseguró Brugada, se repartirá sin condicionamientos. Se busca que no haya largas filas para gestionar el envío de pipas; además, se tiene previsto un resguardo de carros-tanque para evitar el secuestro de unidades. En el momento de crisis, que estima será después del domingo, vamos a tener 300 pipas contratadas, 180 nuestras, 40 de Conagua y 80 del Gobierno de la Ciudad de México para atender las solicitudes de la gente.

No obstante, Brugada Molina expuso que habrá supervisión en las escuelas de Iztapalapa, ya que si bien habrá suspensión de clases, la crisis será cuando se reanuden, el lunes 5 y el martes 6 de noviembre. Los hospitales, reclusorios y centros de salud tendrán prioridad, agregó.

Hizo un llamado al Sacmex a que cumpla con el compromiso de incrementar la presión del agua y se pueda almacenar el líquido; que nos mande más agua para cumplir el requisito de llenar las cisternas.