El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se reunirá hoy con el secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, y se prevé que mañana lo haga con el de Marina, Vidal Soberón Sanz, para la última consulta antes de anunciar a quienes serán los nuevos titulares de esas dependencias.

El encuentro con el general Cienfuegos será en sus oficinas de la Defensa Nacional. Pero es un acuerdo privado, por eso no les voy a dar la hora. Luego les informo, pero es de mal gusto que yo diga estas cosas, expresó ante reporteros en el avión, antes de viajar ayer por la mañana de Ciudad de México a Chiapas.

Consideró posible que al encuentro lo acompañe Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad. Recordó su compromiso de que antes de concluir el mes informará los nombres de los sucesores de Cienfuegos y Soberón.

Sostuvo que por ahora no puede dar detalles de las reuniones con dichos funcionarios. Tenemos que mantener buenas relaciones, todo esto implica realizar consultas; dicen que para no equivocarnos lo mejor es preguntar. Entonces estamos en eso, indicó.

Refirió que al fin de la gira de agradecimiento, y a 40 días del inicio de su sexenio, las expectativas están muy altas, a pesar de los conservadores que no querían el cambio; los escritores y articulistas dedicados a quemar incienso al régimen autoritario y que no han ofrecido disculpas.

Para López Obrador se trata de los mismos intelectuales, escritores de la derecha que se quedaron callados cuando Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico, se disfrazó de militar y se puso ropa que le quedaba grande, como a Borolas, y siguen callados, aunque son corresponsables de la crisis del sector energético.

Ellos, sostuvo, tienen todo el derecho de criticarlo, aunque “apuntalaron, justificaron la aplicación de una política antipopular, entreguista, injusta e inhumana; destruyeron al país prácticamente, causaron mucho daño al pueblo y querían seguir con el mismo régimen. Sólo están buscando las podridas”.

–¿Le incomoda la crítica? –se le preguntó.

–No. Lo que pasa es que ejerzo mi derecho a la réplica. Estaban acostumbrados a que nada más ellos cuestionaban.

“Era tradición no contestar. Hay que ser respetuosos de la libertad de expresión, no censurar; mucho menos dar órdenes o la consigna de silenciar. Eso nunca lo voy a hacer, pero también soy libre de argumentar y de manera respetuosa, sin ofender. Lo único que sí les voy a seguir diciendo –y ofrezco disculpas por anticipado– es lo de fifí. Eso sí.

–¿Por qué?

–Porque está bien aplicado. Los que le hicieron más daño al movimiento revolucionario maderista fueron los fifís. Ayudaron a los golpistas. Esa prensa apostó a la militarización, estaba sometida, y al triunfo del movimiento revolucionario, Madero garantizó libertades plenas y se portaron muy mal; le hicieron mucho daño a México.

“Atizaron el fuego para que se volviera cruenta la Revolución y se perdieran más vidas. Lo fifí viene de eso y se los voy a seguir diciendo, porque son herederos de ese pensamiento y proceder.”

–¿De qué tamaño es la prensa fifí actualmente?

–Tienen fuerza. Ellos dieron legitimidad al modelo económico que ha fracasado. Estoy esperando su autocrítica.

“¿Dónde están los que defendían la reforma energética, los que decían que se iban a producir 3 millones de barriles al día, los que decían que iba a llegar la dolariza?”