La Legión de Cristo es una organización criminal auspiciada por un Estado extranjero que ha dañado a miles de niños en el mundo, asegura el abogado Sergio Méndez Silva.

Ex Legionarios de Cristo presentan una nueva demanda: Queremos una reparación por el daño causado, adelantó el profesor Saúl Barrales Arellano.

Después de más de 70 años, ex Legionarios de Cristo siguen buscando justicia. Seis ex seminaristas abusados por Marcial Maciel han presentado una nueva demanda –esta vez por daño moral– para exigir una compensación por el perjuicio que les fue y se les sigue infligiendo a lo largo de toda su vida.

Decidimos demandar porque hemos padecido todos estos años una verdadera injusticia. También por la poca atención a estos crímenes desde el Vaticano. El mismo papa Francisco se encuentra maniatado porque sus colaboradores de la curia romana cometen el mismo error que los anteriores y siguen encubriendo a los sacerdotes responsables, señala Barrales Arellano, de 86 años, uno de los seis firmantes de la nueva demanda, en entrevista con La Jornada.

La querella, cuya copia fue entregada a este medio, fue presentada contra los Legionarios de Cristo y sus 38 empresas ante el juez de distrito en materia civil con residencia en la Ciudad de México por Barrales Arellano, Alejandro Espinosa Alcalá, Francisco González Parga, Arturo Gilberto Jurado Guzmán y José Antonio y Fernando Pérez Olvera.

Queremos probar en el juicio la afectación a la integridad sicológica, mental y física (de los demandantes) por los actos criminales cometidos por Marcial Maciel. Ellos han resentido a lo largo de todos estos años daños bastantes graves. Durante toda su vida los abusos les han generado secuelas. Y no quieren dejar en la impunidad estos terribles crímenes; es una manera de seguir luchando por justicia y por medidas de reparación, expuso en entrevista el abogado de derechos humanos Méndez Silva.

Crímenes de lesa humanidad

La demanda civil sostiene que los Legionarios de Cristo se han convertido en un asunto de ilegalidad: Es una organización criminal auspiciada por un Estado extranjero (el Estado Vaticano), que cometió ataques generalizados y sistemáticos contra los niños del mundo. Además, el Comité de los Derechos de los Niños concluyó que existen este tipo de ataques orquestados mundialmente porque los obispos y todas las autoridades eclesiásticas se han dedicado a proteger este tipo de crímenes y a los sacerdotes pederastas, asegura Méndez Silva.

Explica que los seis ex legionarios sufrieron abuso sexual de Marcial Maciel en la década de los años 40, cuando eran niños.

Lo que nosotros queremos es que el juez federal admita la demanda e inaplique el plazo de prescripción porque el daño moral es como consecuencia de una conducta ilícita que genera afectación a los valores y a la integridad de las personas.

Y precisa: Todavía no se calcula el monto de la reparación. Tenemos que evaluar todas las empresas vinculadas a los Legionarios de Cristo y una cuantificación de las afectaciones que han sufrido las víctimas, además de otras medidas de reparación adicionales para que esto no se repita. Lo estamos viendo con gran amplitud.

Ante los recientes informes de diferentes país sobre listas de sacerdotes pederastas, Méndez Silva señala que la demanda pretende tener contexto mundial.

La conducta ilícita de Maciel se traduce en delitos de lesa humanidad cometidos contra la población infantil. Estos delitos son a escala mundial y con el auspicio de un gobierno extranjero: el Estado Vaticano. Son ataques sistemáticos y generalizados en contra de una población inerme, como la de los niños, a escala mundial, entre cuyas víctimas se encuentran las personas que represento.

Explicó que los ataques sexuales contra menores se pueden equiparar a la tortura, y como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que la tortura es imprescriptible, podemos buscar después la vía penal, lo cual haremos.

El poder legionario

Las víctimas de Maciel señalan que desde el momento en que interpusieron la denuncia, han visto cómo el Poder Judicial de la Federación (PJF) se inclina en favor de la congregación de diferentes maneras.

Méndez Silva aseguró que el PJF incluso filtró la demanda hace unos días: Hemos encontrado la intención de los jueces de no analizar absolutamente nada. El grupo de los Legionarios de Cristo es muy poderoso y por eso creemos que hay una actitud del Poder de la Federación de no querer conocer del caso, pero además una actividad ilegal de filtrar información a los medios de comunicación, lo que pone en riesgo a las víctimas.

Afirmó que el camino de la denuncia ha sido azaroso: “Primero pedimos al PJF que acogiera el caso; sin embargo, no quiere hacerse cargo del asunto. Cuando presentamos la demanda al juez de primera instancia, la desechó y tramitamos una apelación, que llegó al tercer tribunal unitario en materia civil y administrativa, porque dice que no hay ninguna razón por la que el PJF deba conocer del caso y que toca al poder judicial local de la Ciudad de México conocerlo.

Pero nosotros queremos que sea el PJF el que conozca del caso, porque pensamos que eleva el perfil, pues si la conducta es ilícita, necesariamente se tienen que poner a analizar el derecho penal internacional para poder darse cuenta de que la ilicitud está referida en crímenes de lesa humanidad y se aplican los tratados internacionales.

Méndez Silva considera a los seis ex legionarios que ahora representa como víctimas en un contexto de ataque mundial del clero católico a los niños del mundo.

Barrales fue legionario de Cristo de los 12 a los 25 años y fue uno de los firmantes de la carta de denuncia enviada al entonces papa Juan Pablo II en 1997: Queremos justicia; primero, que se reconozca oficialmente que fuimos afectados y se nos dañó a todos nosotros. Ya han muerto bastantes víctimas, Maciel y algunos cómplices, pero queremos que se nos repare.

Y sostiene: Algunos van a pensar que nos mueve un interés económico, aunque también necesitamos la certeza. Yo recibo una pensión de 2 mil 500 pesos mensuales después de estar dedicado 50 años a la enseñanza. No tengo ni para irme a curar. Pero el principal objetivo nuestro es el moral, que la Iglesia cambie. La Legión de Cristo es una verdadera mentira.