ace 74 años Alfonso Reyes escribió la Cartilla moral como parte de la campaña alfabetizadora emprendida por el gobierno federal. En 1944 la mitad de la población mexicana no sabía leer ni escribir. La cartilla serviría de base para la formación ética de hombres y mujeres que serían alfabetizados. El estilo de Reyes es sencillo y claro. Desde el primer momento señala que sus preceptos no son religiosos. Sus razones pertenecen a este mundo.

Alfonso Reyes escribió que la satisfacción de obrar bien es la felicidad más firme y verdadera. Para él, la moral es el código del bien humano y obliga a una serie de respetos, que de cumplirlos conducen a la felicidad: respeto a uno mismo, a la familia, a la sociedad, a la patria, a la especie humana y a la naturaleza que nos rodea, son los preceptos de la Cartilla moral.

Reyes vio a la moral como una constitución no escrita, de validez universal para todos los pueblos, hombres y mujeres. Los preceptos contenidos en esta constitución moral, como también la llamó, tienen como objetivo encaminar la conducta al cumplimiento del bien, que según el autor, constituye el fundamento de la sociedad.

Ha transcurrido mucho tiempo desde que Reyes escribió su cartilla. México está iniciando otro régimen político bajo un contexto totalmente distinto al de 1944. En la actualidad, la expansión de la violencia, la crisis ambiental, la corrupción y la falta de un estado de derecho fuerte suman grandes problemas sociales a resolver.

Según estudios recientes, la ciudadanía ha cobrado mayor conciencia de sí misma y las familias se han desarrollado en múltiples formas positivas. En cambio, en el ámbito social el sentimiento del individualismo se destaca por encima de uno social lo que se traduce en un debilitamiento del patriotismo.

Releer la Cartilla moral, de Reyes, es un buen punto de referencia, puesto que la conciencia nacional ha tenido muchos cambios. Actualmente hay preceptos mucho más avanzados que representan nuevos respetos, es decir, una moral más alerta y más rica, necesaria para sacar al país de su crisis actual.

Colaboró: Mario Antonio Domínguez.

Twitter: @ortizpinchetti