La iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, presentada antier por Morena en la Cámara de Diputados, desglosa el papel que habrá de desempeñar la Secretaría de Gobernación (SG): se privilegiará una visión civil, no policial, otorgando relevancia a la defensa de los derechos humanos.

Conforme a los lineamientos de austeridad republicana ordenados por el presidente electo, la Segob deberá ser restructurada para que, a partir del 1º de diciembre, sobre las bases del reglamento interno que a efecto apruebe y emita el titular del Ejecutivo federal. Las atribuciones y facultades de la SG se concentraran en tres subsecretarías: gobierno, enlace y normatividad de medios de comunicación; derechos humanos, migración y población, y democracia participativa, fomento cívico y asuntos religiosos.

En la exposición de motivos refiere la visión del próximo Ejecutivo: el presidente electo considera que la SG estará en condiciones para ejercer de manera más eficaz y menos onerosa, en términos presupuestales, sus delicadas y trascendentes atribuciones en política interior y gobernabilidad democrática, las cuales se verán fortalecidas al privilegiar una visión civil, no policial, menos aún en orden castrense en su tareas, con un enfoque en que, de manera transversal, sea de toda la relevancia al respeto a los derechos humanos, lo que incluye en fortalecimiento y promoción en todos los ámbitos del quehacer del futuro gobierno de la República.

En la propuesta de reforma que recomendó el presidente electo, se subraya el cambio en su ártículo 27 al suprimirse las atribuciones que tiene la SG en seguridad pública, seguridad interior y seguridad nacional. Esas tareas ahora se trasladarían a la nueva Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

El actual Cisen, responsable de la información e investigación sobre seguridad nacional será reorganizado integralmente, quedará sectorizado en la nueva Secretaría de Seguridad.

La futura SG estará comprometida con el espíritu y sentido de austeridad republicana a que se ha comprometido el próximo presidente [...]. Una política fundada en el respeto a los derechos humanos y una gobernabilidad de permanente y profundo sentido democrático serán ejes rectores en el trabajo diario de la secretaría.