México está llamado a ser otra vez una nación que abre sus puertas a personas perseguidas o que huyen de la violencia en sus naciones, afirmó Mark Manly, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en tanto que el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, afirmó que la caravana migrante procedente de Honduras es una situación extraordinaria que requiere atención urgente por parte de todos los gobiernos de la región, así como de los organismos internacionales.

Lo anterior, durante el cuarto Foro Regional en Materia de Migración y Protección Internacional que se realiza en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde el presidente del Poder Judicial de la Federación, Luis María Aguilar Morales, ofreció a los integrantes de la caravana mayores condiciones de amparo para que puedan acudir al juicio protector de garantías que tiene México.

Señaló que los jueces mexicanos pueden atender las peticiones de respeto a los derechos humanos de quienes forman parte de la caravana. Aunque aceptó que hasta ahora se han presentado pocos juicios de amparo por cuestiones migratorias, previó que esas demandas aumenten.

El representante del Acnur señaló que la caravana ratifica lo que se ha visto en los últimos años, que México no es sólo un país de tránsito, sino de destino, por lo que está llamado a retomar el papel importante que de manera histórica ha jugado en brindar refugio a grupos que huyen de la violencia o que son perseguidos en sus naciones de origen.

El presidente de la CNDH señaló la necesidad de que México defina una postura clara [...] sobre el ingreso de la caravana, con sustento en la ley, tomando como premisa básica el respeto a los derechos humanos, así como el cumplimiento de los compromisos internacionales que ha asumido.