Sábado 20 de octubre de 2018, p. 4
Veintiséis dibujos en cartón, cuyo tema gira en torno al lenguaje inclusivo y la otredad fueron montados el jueves en el patio de la Fundación Elena Poniatowska Amor.
Se trata de la expo-performance Inclui-dos, del binomio Marisa Lara y Arturo Guerrero, integrantes de Siameses Company, quienes ofrecieron una charla con la finalidad de ‘‘fomentar el diálogo, el encuentro, la diversidad y la conciencia entre los espectadores.
‘‘Nos asumimos como freaks (monstruos) del arte contemporáneo, como algo extraño. La galería que presentamos es el reflejo de este mundo cotidiano donde nos podemos reconocer como un reflejo en el espejo o incluso ni siquiera nos identificamos”, refirió Arturo Guerrero.
Entre los retratos expuestos destacan la figura de un niño en posición de cabeza, un humano con cara de cerdo, una niña con una enorme silla de ruedas, una persona sin brazos y largo cuello, una niña de piernas largas, quien brinca una cuerda, un chico con cara de gato y una niña de la que sólo se aprecia su melena.
‘‘Uno de los elementos que nos ha caracterizado desde hace 34 años –añadió Guerrero– es el afán de reconstruirnos como siameses. Inventamos un proyecto de vida diferente y nos asignamos una identidad.”
Marisa Lara explicó que Siameses Company es producto de la autoconstrucción. ‘‘Nacimos en un mundo donde todo está ordenado, donde todo está perfectamente planeado. Todas las personas tenemos un papel que desempeñar desde que somos pequeños. A nivel académico, sexual y picológico nos dicen cómo debemos actuar.
‘‘Sin embargo, para algunos locos como nosotros, esa planificación es muy extraña. Por lo que queremos alterarla y rebasarla.
‘‘El mundo del arte rompe con los esquemas del mundo ‘normal’ y da una enseñanza. Un proyecto propositivo. Nos revela otras realidades que poseen libertad. El arte puede abrir todas las ventanas que uno quiera. El arte es una llave mágica, una herramienta más fuerte que la política e incluso que la educación.”
Para ambos artistas nacidos en Ciudad de México es determinante erradicar la competencia que prevalece entre las personas.
‘‘La experiencia de ponerse en los zapatos del otro es única. Ya lo decía el poeta francés Arthur Rimbaud: ‘Yo soy otro’. La reflexión es muy intensa. El arte tiene como finalidad la comunicación con los otros.
‘‘Rimbaud fue un poeta maldito que reflejó en su poema El barco ebrio el interés por los demás. Cuando asumimos que otra persona logró entrar a nuestro universo, significa que el milagro de la comunicación se ha consumado.
‘‘El arte tiene la bendita cualidad de unir a las personas, de llevarlas a otras dimensiones y de superar los estereotipos. Cuando tratamos de ponernos en lugar de otros y de comprender su manera de actuar o de pensar, habremos triunfado”, concluyeron.
La Fundación Elena Poniatowska Amor se ubica en José Martí 105, colonia Escandón, primera sección.