Los Broncos de Denver dieron una paliza de 45-10 a los Cardenales de Arizona, que tuvo un juego para el olvido con su mariscal Josh Rosen, que terminó lastimado en la agonía del último cuarto para que su equipo sumara su sexto revés. Rosen fue interceptado tres veces ante una defensiva visitante que se lució contra la inoperancia de la escuadra anfitriona, considerada la peor ofensiva de la liga. El conjunto del quarterback Case Keenum sumó su tercer triunfo en el inicio de la semana siete de la NFL.