Si los postulados centrales del próximo gobierno son la austeridad y el combate a la corrupción, la transparencia debe ser fundamental, pues si bien los organismos garantes [de transparencia] no combatimos, no erradicamos la corrupción, no somos los fiscales anticorrupción, somos termómetros que miden la legalidad y la veracidad del comportamiento de las administraciones públicas, insumo básico para que haya anticorrupción, sostuvo el presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Javier Acuña.

Al continuar los foros de consulta para la elaboración de la política nacional anticorrupción, Ciro Murayama, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), destacó la importancia de la fiscalización de los gastos de los partidos para evitar desvíos de recursos públicos. Advirtió de las complicaciones asociadas a la pretensión de reducir las prerrogativas de los partidos, en aras de la austeridad.

Es una propuesta muy aplaudida entre la sociedad, dijo, pero tiene implícitos riesgos de generar condiciones para que, al ver reducidos sus recursos de origen público, los partidos pretendan conseguir dinero donde lo encuentren. Por eso demandó no construir incentivos adicionales para que busquen financiarse de manera irregular.

José Octavio López Presa, integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), destacó la im­portancia de que haya voces en el nuevo gobierno que alientan la posibilidad de que la administración se maneje sin dinero en efectivo y, como en las empresas, sus operaciones sean básicamente electrónicas.

Aseveró que, dados los nexos entre malos manejos de recursos públicos y financiamiento de partidos, sería importante que se convocara al INE como invitado permanente a las sesiones del SNA.

Funcionario atribulado

Durante el foro, organizado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, Acuña se asumió como funcionario atribulado porque desgraciadamente el funcionario público, en este instante de transición al nuevo gobierno, tiene por desgracia, la peor condición que haya tenido; se encuentra estigmatizado, en el vilipendio y en la acusación de ser o un zángano, un parásito o, en el peor de los casos, un corrupto en permanente ejercicio de sus habilidades.

El comisionado dijo que para que sea efectiva la anticorrupción se requieren las 33 lupas de los organismos constitucionalmente autónomos”. Rechazó que se traten de organismos capturados, sino que son instancias fundamentales. Señaló que el incumplimiento del fiscal anticorrupción ha costado mucho al Inai, que ha desatado descalificaciones de toda índole desde la malquerencia gratuita hasta la interesada han venido a vapulear la credibilidad de una institución que ha costado años acreditar.

Dijo que en la resolución de temas críticos ha acreditado su inclinación por la transparencia, destacando los casos de Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato, el Paso Exprés o recientemente el caso Odebrecht.