Domingo 14 de octubre de 2018, p. 5
Guanajuato, Gto., A ritmo de la música Koodiyattam y de los sonidos de la región de Kerala, en el sur de India, el grupo Laboratorio de Adishakti para la Investigación del Arte Teatral presentó la obra Ganapati, en el teatro Cervantes, dentro de las actividades del Festival Internacional Cervantino.
Tanto el concepto de la representación escénica como el guion, la música y la coreografía de Veenapani Chawla (1947-2014) se centraron en las historias de nacimiento relacionadas con los mitos de Ganapati, el dios de cabeza de elefante y cuerpo humano del ciclo purárico.
Dividido en siete episodios, el ritual teatral Ganapati mostró la riqueza de la cultura de India y de qué manera el hombre se relaciona con los dioses. Fue una mezcla de lo ancestral con lo contemporáneo, incluso en el escenario participan dos guitarristas.
Para adentrar al espectador en las historias de Ganapati, la dramaturga y directora teatral Estela Leñero ofreció una charla antes de la función. Explicó que la expresión escénica mediante la danza kathakali está vinculada a la cosmogonía hinduista donde lo tradicional y lo contemporáneo se mezclan.
En el primer episodio, un grupo de artesanos busca inspiración; al recibirla completan la imagen de Ganapati con alegría. Luego uno de los actores narra la historia del nacimiento del dios con cabeza de elefante con una danza.
Aunque los momentos donde los actores hablan son mínimos, hay uno donde se cuenta la historia de Martanda en el ciclo védico. Las festividades védicas nutren la propuesta del Laboratorio de Adishakti y se contempla lo histórico y el ciclo que va de la creación, la destrucción y vuelta a un inicio renovado.
Con técnica rigurosa, el gesto corporal de los actores y músicos, el espectador se envuelve en los mitos de India que, aunque fueran desconocidos, evocaban su fuerza en la danza y la música.
El instrumento principal del espectáculo es el mizhavuj, tambor de cobre con una pequeña abertura superior cubierta con cuero.
Adishakti retoma el rito social de la relación con los dioses y la constante creación y recreación que une pueblos, culturas y religiones.
Mostrar las expresiones artísticas tradicionales y enriquecerlas con nuevos significados ha sido la característica del Laboratorio de Adishakti, fundado en 1981 por la artista Veenapani Chawla.