Curso interinstitucional en la UNAM
Ex activista universitario francés afirma que el conocimiento se usa para la competencia y la educación es parte del comercio de servicios
Sábado 13 de octubre de 2018, p. 13
A pesar de los movimientos estudiantiles que han defendido el derecho a la educación superior, se está imponiendo el concepto de que la universidad es una empresa que debe adaptarse al mercado, se expuso ayer en la décima sesión del curso interinstitucional Un siglo de movimientos estudiantiles, organizado por el Seminario de Educación Superior de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La conferencia estuvo a cargo de Obey Ament, activista del movimiento estudiantil en Francia en 1986 y 1987 e integrante de Transform Europe y del Partido Comunista Francés, quien planteó que hoy el conocimiento sirve para la competencia y la guerra comercial, y que la educación es parte del comercio de servicios.
Durante la sesión Movimientos estudiantiles en España y Francia (1986-1987)
, Obey Ament explicó que las políticas del gobierno francés en 1986 pretendían convertir a las universidades en empresas.
En ese año, los estudiantes se opusieron a un proyecto de ley elaborado a instancias de sectores neoliberales del gobierno del socialista François Mitterand que preveía el aumento de las tasas de matriculación, la introducción de medidas selectivas en las universidades, la desaparición de la interdisciplinariedad universitaria, la vinculación de los departamentos académicos con la empresa privada y una diversificación de centros y títulos destinada a crear competencia entre las universidades, entre otros puntos.
Para organizaciones como la Unión Nacional de Estudiantes de Francia –fundada en 1907–, y de la que Ament llegó a ser secretario nacional, el proyecto oficial que lograron echar abajo apuntaba a terminar con el modelo de universidad abierta, igualitaria e interdisciplinaria surgida del movimiento de mayo de 1968, y sustituirlo por uno con algunas universidades caras y elitistas, y otras degradadas y baratas.
Desde 1986 hasta la fecha, dijo, ha continuado en Europa y el mundo la idea de remodelar la universidad para convertirla en un espacio para élites, impulsada por gobiernos de derecha y de izquierda.
Hoy tenemos competencia entre estudiantes que se deben saber vender, y se ha llegado al extremo de que los alumnos ya no son los que escogen las universidades, sino éstas las que los eligen a ellos, como hacen las empresas cuando reclutan personal
, destacó.
Ahora, en las universidades –opinó Ament– se ha llegado a un punto en el que éstas tienen que ser flexibles y adaptarse a las rápidas evoluciones del mercado y las empresas.