Viernes 12 de octubre de 2018, p. 6
Fráncfort. El discurso inaugural de la aclamada escritora nigeriana e icono feminista Chimamanda Ngozi Adichie instando a los hombres a leer a las mujeres avanzó desde el comienzo de la edición 70 de la Feria del Libro de Fráncfort que asume la reivindicación igualitaria.
Cuando se cumple un año del movimiento #MeToo, que cimbró a la industria del cine de Hollywood para propagarse por el mundo, el debate sobre el papel de las mujeres continúa en primera plana y el mayor escaparate editorial del mundo, conocido además por su compromiso social, no se ha mantenido ajeno.
En el programa de este año escritoras asiáticas y latinoamericanas abordan en mesas redondas su paso por la literatura y explican cómo lograron emanciparse de temas en un sector que durante mucho tiempo estuvo dominado por los convencionalismos.
Las mujeres alzan la voz en Fráncfort, lo hacen desde el escenario pero también desde la platea, porque los actores más pequeños insisten en no quedarse atrás.
La editorial Hotel de las Ideas, de Buenos Aires, se presenta en Fráncfort con un módulo que constituye una declaración de principios. The future is female (El futuro es femenino) reza una guirnalda colgada sobre dos antologías feministas tituladas Clítoris.
‘‘Hay muchas mujeres haciendo cosas increíbles en el mundo de la historieta y quisimos destacarlo. Nuestra idea es seguir publicando a mujeres en el mundo de la historieta, donde se están moviendo mucho’’, dijo Victoria Carrizo, portavoz de esa pequeña editorial independiente. ‘‘También hemos traído el libro Relatos gráficos para femininjas’’. Con ese nombre, ‘‘femininjas’’, quieren superar el famoso y mal llamado ‘‘feminazi’’, añadió.
Mujeres, las menos visibles
Desde Austria, la editorial Kremayr & Scheriau, especializada en temas políticos y libros de crítica social, acude este año con una apuesta muy feminista.
‘‘Creo que las mujeres tienen menor visibilidad. Siendo un tanto generalista, podríamos decir que el mundo lo explican hombres de más de 65 años y no mujeres. Pero no creo que falten voces fuertes en la literatura, las hay, pero se necesita que las escuchen’’, opina Stefanie Jaksch, portavoz de la editorial vienesa. ‘‘Cuando algo lo explica un hombre suele tener más peso, sólo hay que mirar quiénes son los ganadores de los premios literarios. La mayoría son hombres. Es indiscutible que sus libros son excelentes, pero lo cierto es que llama la atención y uno se pregunta: ¿pero de verdad no hay ninguna mujer que haya escrito algo similar?’’.
Para romper con esta tendencia, Kremayr & Scheriau irrumpe en Fráncfort con No more Bullshit (No más tonterías), obra que devela los micromachismos a los que día a día se enfrentan las mujeres y brinda tácticas para enfrentar situaciones que relativizan la desigualdad que vive el género femenino.
‘‘Las mujeres no quieren asumir altos cargos, no seas tan sensible, no te comportes como una niña. Son esas frases del día a día que esconden machismo’’, dijo Sandra Nigischer, coautora de esa obra.
‘‘Nuestro libro no está escrito en contra de los hombres, sino del sistema que favorece que ese reparto tradicional de papeles entre mujeres y hombres se perpetúe’’, añadió su compañera Martina Schöggl.
En la obra de ambas escritoras austriacas participan hombres, entre ellos el analista feminista y conferenciante berlinés Chris-toph May. ‘‘Necesité 30 años para llegar al feminismo, aunque antes había oído hablar de él’’, aseguró con ironía el también fundador del Instituto de Investigación para Hombres Críticos durante la presentación del libro en Fráncfort.