El gobierno de la ciudad enfrenta grave saldo rojo en el nororiente del Centro Histórico, donde 50 inmuebles históricos se han convertido en plazas comerciales o estacionamientos, sin ningún permiso y/o documento, afirmó el ccordinador de la Autoridad del Centro Histórico, Jesús González Schmal.

La indolencia, lentitud y posiblemente actos de corrupción en Cuauhtémoc, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) han llevado a esta cifra espeluznante, que pone en riesgo su nombramiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Hoy, reconoció, el riesgo de convertirse en un gran tianguis está latente, porque ninguna autoridad ha actuado, pese a que las modificaciones realizadas en dichos inmuebles contravienen disposiciones de índole reglamentaria, tanto en la Ley de Obras como en los planes de desarrollo urbano.

Además del propio Plan Integral de Manejo del Centro Histórico, lo cual no puede persistir porque genera un efecto de imitación y tiende a multiplicar estos atentados contra el tesoro más preciado de los mexicanos, que es el origen de esta nación, expuso.

El funcionario explicó en entrevista que de los 9 mil 362 edificios ubicados en esta zona, 3 mil 504 se encuentran protegidos por los institutos nacionales de Antropología e Historia y de Bellas Artes, así como por la Seduvi.

Las plazas comerciales edificadas en algunos de esos inmuebles o en viejas vecindades, como en República de Colombia 86 y 77; Lecumberri 17, 29 y 40; Leona Vicario 41 y 48; Manuel Doblado 73, 87, 91 y 115, y Rodríguez Puebla 35 y 19 no cuentan con permiso, uso de suelo o manifestación.

Dichas irregularidades, puntualizó, se plantearon a la autoridad para impedir que ocurrieran y/o revirtieran el daño, pero nos hemos enfrentado a la lentitud y la indolencia para atenderlas, en el mejor de los casos, lo que agravó el problema, aunque tampoco es posible rechazar la posibilidad de actos de corrupción.

Al Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) se le atribuye que favorece la construcción irregular de inmuebles en el Centro Histórico, pero acusa al gobierno de no sustentar bien sus actos, para que el constructor logre el beneficio de la nulidad de los actos de parte del contencioso.

Mientras, el Invea es tan miope que cree que el Centro Histórico es una colonia periférica y no tiene la mínima conciencia de que se está perdiendo el patrimonio cultural; es muy dramático, afirmó.