Jueves 11 de octubre de 2018, p. 7
Fráncfort. La edición 70 de la Feria del Libro de Fráncfort, la principal cita editorial del mundo, cuya inauguración oficial fue el pasado martes, se abrió ayer al público.
La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, y la aclamada escritora nigeriana y autora de Todos deberíamos ser feministas, Chimamanda Ngozi Adichie, se encargaron de los discursos inaugurales.
Este año Georgia, ex república soviética, es el país invitado de honor y el lema es Made by characters (Hecha de símbolos), en referencia a las 33 letras de su alfabeto que han sido declaradas patrimonio cultural inmaterial por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Lleva a la ciudad natal de Goethe a unos 70 autores y 130 nuevas traducciones al alemán.
El programa del encuentro editorial incluye unos 4 mil actos, como lecturas, conferencias, foros de discusión y presentaciones con la participación de centenares de escritores.
Acuden unos 7 mil 500 expositores de más de 100 países que ocupan 169 mil metros cuadrados y se espera una afluencia de unas 280 mil personas en los cinco días.
Con un alegato en favor de la pluralidad y apelando al empoderamiento de las mujeres, Chimamanda Ngozi Adichie tomó la palabra en Fráncfort para inaugurar una Feria del Libro que se aventura muy política y reivindicativa. La escritora e icono feminista lamentó que las historias de las mujeres sigan sin ser escuchadas a pesar de que en la actualidad muchas de ellas se han atrevido a hablar. ‘‘Las mujeres todavía son invisibles. Sus experiencias todavía son invisibles’’, dijo la autora de Flor púrpura, Amerikanah y Todos deberíamos ser feministas. Cuando se cumple un año del movimiento #MeToo que sacudió a la industria del cine estadunidense para propagarse posteriormente a escala global, Adichie opinó que todavía ‘‘queda mucho por hacer’’ y animó a los hombres a leer literatura escrita por mujeres.
‘‘Es hora de que los hombres lean a las mujeres’’, sentenció quien es considerada una de las grandes voces literarias del siglo XXI por abordar desde una perspectiva muy diferente debates sobre la inmigración, el sexismo o la problemática racial. En una edición de la Feria del Libro de Fráncfort especialmente comprometida con la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión, la escritora nigeriana llamó a evitar los eufemismos en un momento en el que el mundo parece dirigirse en la dirección equivocada impulsado por Estados Unidos.
El módulo de una editorial de ultraderecha amaneció ayer con dos de sus figuras pintadas con el icónico bigote de Hitler, un acto vandálico que los afectados atribuyen a la incomodidad que genera su presencia en esa cita literaria. ‘‘Hemos interpuesto una denuncia por daños materiales’’, confirmó Bastian Behrens, portavoz de la editorial atacada tan sólo unos minutos después de hacer el trámite con los agentes. ‘‘La dirección de la Feria y muchas otras personas con responsabilidad en el encuentro son de izquierda y de izquierda liberal y no les gusta que una editorial conservadora como la nuestra esté aquí’’, añadió el vocero de la editorial Junge Freiheit, que además de libros publica un semanario de tinte ultraderechista.