La cancelación de los seguros de gastos médicos mayores para alrededor de 500 mil trabajadores de confianza del sector público no representa un riesgo para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), aunque sí obliga a la revisión de las capacidades del organismo, sobre todo en alta especialidad, advirtió el director Florentino Castro López.

Por separado, quien lo sucederá en el cargo, Luis Antonio Ramírez Pineda, señaló que el reto para el Issste está en ser eficaces para atender la demanda de derechohabientes sumamente exigentes.

De acuerdo con los planes anunciados por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, las pólizas de gastos médicos mayores que cada año ha pagado el gobierno federal para el personal de confianza de las dependencias públicas será eliminado. Esta prestación forma parte de los privilegios que se ha propuesto erradicar.

Información oficial señala que en 2017 el costo de esos seguros privados ascendió a cerca de tres mil millones de pesos.

Para Florentino Castro López, la medida no significa que a partir del primero de diciembre las unidades médicas del Issste se van a saturar. Muy probablemente, dijo, los servidores públicos acudirán al sector privado para resolver padecimientos sencillos, como una gripe o una infección gastrointestinal.

Empezar por el final

El problema será cuando requieran de atención médica de alta especialidad para una enfermedad compleja y de alto costo. El funcionario planteó la necesidad de tener un orden, porque ahora todos quieren ser atendidos en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.

Cuando se les pregunta sobre el diagnóstico del médico familiar o del hospital de segundo nivel, no hay respuesta porque no han ido. Quieren empezar en el tercer nivel, cuando ahí deben terminar, dijo.

De cualquier forma, al próximo gobierno le tocará hacer una evaluación porque con la demanda actual, la capacidad de atención en el tercer nivel está al límite. De ahí la decisión de construir cuatro nuevos hospitales de especialidades, bajo el esquema de asociación público privada.

Uno de ellos se construye en la delegación Tláhuac, Ciudad de México y tendrá 400 camas. Castro López resaltó que durante los pasados 35 años no se había realizado una obra nueva en la capital del país.

En entrevista aparte, Luis Antonio Ramírez Pineda también descartó que exista alguna posibilidad de que los servicios colapsen a causa de la medida que aplicará el gobierno de López Obrador. No son tantos (los trabajadores de confianza) y el Issste tiene la capacidad para atenderlos, indicó.

Lo que sí observa como un desafío es el nivel de exigencia de los derechohabientes del instituto. Eso me preocupa, que en los servicios médicos no logremos adaptarnos a esta transformación.