Pese a que en las mujeres exiten más casos de depresión, pues se estiman dos por cada varón diagnosticado, son éstos quienes enfrentan más estigma por el padecimiento y presentan mayores tasas de suicidio, afirmó María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría.

En entrevista, la experta aseveró que cuando se trata de depresión severa, la diferencia entre mujeres y hombres se reduce. Nosotras, explicó, nos enfermamos más de ansiedad o depresión, y los hombres padecen más adiciones y problemas de conducta, pero en las generaciones jóvenes estamos encontrando que eso está cambiando.

En el caso de la afectación grave se ha detectado 1.3 mujeres por cada hombre. En el sexo femenino existe más depresión porque se presentan más casos leves, pero una vez que la enfermedad se establece, es igual para los dos géneros.

La especialista detalló que se trata de la enfermedad mental más frecuente en México y en la mayor parte del mundo. Es un padecimiento que afecta más a las mujeres, apuntó, pese a lo cual “no pedimos ayuda, sobre todo las jóvenes.

Sin embargo, tenemos otras herramientas, porque nunca vas a ver a una mujer vencida por la enfermedad; esto es muy difícil, porque tiene a sus hijos, debe salir adelante o se sobrepone. Una puede tener muchos pequeños problemas todos los días, lo que explica la carga mayor de casos.

Se niegan a pedir ayuda

Detectamos que la mujer va a pedir ayuda para los hijos o el marido, pero rara vez lo hace para ella misma; sin embargo, al mismo tiempo tiene muchas estas herramientas para no tirar la toalla.

En el caso de los hombres hay más estigma para asumir que están deprimidos y pedir ayuda. Parte del problema es que se les pasa de manera diferente, pues nosotras podemos llorar, pero los hombres que no lo hacen tienden a volverse más irritables, poco tolerantes; esa manera distinta de manifestar la depresión puede generar muchas veces el abuso de sustancias para enfrentar el malestar; esconde un poco el problema.

En el caso de niños y adolescentes, la especialista señaló: Vemos que los jóvenes de ahora están mucho más afectados que los de hace ocho años; observamos un incremento en las tasas de depresión, aunque también en la mortalidad por suicidio.