El problema de la educación en el país es grande, pero es un error pensar y diseñar un modelo para que los estudiantes aprendan matemáticas como recomienda la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), pues están diseñadas para ser útiles a un esquema económico en particular y evalúan sólo una parte de las capacidades que debe poseer un alumno.

Para Ulises Xolocotzin Eligio, investigador del Departamento de Matemática Educativa del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), los cambios que se realicen en una verdadera reforma de enseñanza tienen que hacerse desde el salón de clases, preguntando al maestro qué necesita para realizar su tarea.

El trabajo del aula es esencial; sin ello nunca se va a llegar a ningún lado, advierte el académico.

En entrevista, señala que existe un modelo probado en otros países, donde el progreso se debe a una decidida y planeada inversión en educación y no en sentido inverso. Singapur y Corea, por ejemplo, han invertido en educación y ciencia de esa forma; de ahí se deriva su desarrollo económico. Esto aquí nolo han querido ver los gobiernos.

Crítico de la reforma educativa impulsada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, Xolocotzin Eligio dice que lo único positivo es que quedó claro que el país necesita un cambio en la enseñanza. Es algo que nadie puede negar. Es imprescindible una modificación en la forma como se administra la educación en México.

Asegura que la manera en que fue diseñada y ejecutada la reforma fue errónea, pues estuvo enfocada sobre todo en aspectos laborales, dejando en un papel más allá de lo secundario, casi descuidados, los temas de la enseñanza, lo pedagógico y los contenidos.

El modelo educativo se convirtió en una colección de buenas ocurrencias, pero lo que no existe atrás es un esquema pedagógico sólido. En el caso de las matemáticas no hay una dirección dentro de esa reforma que nos indique hacia dónde queremos ir, dijo el especialista, quien en el Cinvestav estudia, diseña y genera nuevas herramientas para que los profesores, principalmente de educación básica y media superior, puedan ayudar a sus alumnos a desarrollar un pensamiento matemático más sólido.

Tras varios años en las líneas de investigación de álgebra temprana y desarrollo cognitivo, así como tecnología educativa, emociones y matemáticas, Xolocotzin Eligio analiza la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), diseñada por la OCDE.

Aunque debe reconocerse esta manera de entender las matemáticas, dijo, no es lo más importante que los alumnos deben conocer para aprender de esta disciplina.