Lunes 8 de octubre de 2018, p. 15
El sexismo en las universidades, donde hay discriminación, exclusiones y un clima de hostilidad contra estudiantes, académicas y trabajadoras, tiene orígenes antiguos que es necesario analizar para superar las resistencias al ingreso y permanencia de mujeres en instituciones de educación superior, de acuerdo con investigadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En el artículo Imaginario occidental y expulsión de las mujeres de la educación superior, Ana Buquet, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género; Hortensia Moreno, investigadora de esa unidad, y Araceli Mingo, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, plantean que en occidente se han desarrollado mecanismos sociales para expulsar a las mujeres de las labores de la producción y diseminación del saber.
Esto se ha hecho a partir de una división sexual del trabajo que separa labores corporales de la vida intelectual, a la que se ha considerado jerárquicamente superior.
De esta manera se procura producir espacios libres de cualquier interferencia y de los compromisos, tentaciones y dificultades que encarnan las mujeres.
Las investigadoras han hecho por varios años indagaciones empíricas en las que detectaron actitudes sexistas en la universidad. Explican que un grupo focal con alumnas del Instituto de Matemáticas develó la forma en que algunos docentes las devaluaban y la actitud paternalista que adoptaban con ellas: “hay los que dicen ‘las mujeres, por ser mujeres, tienen un punto más’. No somos tontas, no necesitamos un punto más, no somos estúpidas”.