El diagnóstico lo tiene el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, Luis Wertman Zaslav: la burbuja de seguridad en la que vivió Ciudad de México hasta hace seis años la rompió la corrupción, la colusión, la impunidad “y estamos viviendo situaciones que no se habían vivido en la historia reciente de la capital.

“Si nos fuéramos a principios de octubre de 2012 nuestra conversación no versaría sobre la seguridad. Hace seis años no era un factor de preocupación para la capital de México, se trataba sólo de ocuparnos de su mantenimiento.

“Si tenemos que irnos a lo histórico, el primer signo que deberíamos haber reconocido de que las cosas iban a cambiar, fue cuando se dio la triste situación de los jóvenes del Heaven, cuando secuestraron a esos 13 muchachos que sacaron de un bar. Eso no pasaba en la ciudad, era la primera advertencia de que algo estaba cambiando”.

El Consejo Ciudadano de Ciudad de México cumple 10 años y es el receptáculo más confiable de la ciudadanía para denunciar problemas de inseguridad. En ese periodo, el consejo ha recibido 816 reportes diarios de intentos de extorsión telefónica, lo que hace un promedio de 24 por hora; hoy tiene 206 mil 94 números en su base de datos desde donde se quiere chantajear.

Como ejemplo de problemas que enfrenta la seguridad, habla de la falla en el bloqueo de llamadas de teléfonos celulares en los reclusorios, lo cual permite la extorsión telefónica que no se ha resuelto.

–¿Sonó la alarma que anunciaba el cambio del que usted habla, pero nadie hizo caso?

–Yo no diría que no se hizo caso, creo que no se dieron cuenta y quisieron mantener el status quo, aunque ya se daban nuevas situaciones, se estaban levantando retos que no veíamos como tales y no se tomaron las precauciones necesarias.

–Pero las alarmas siguieron sonando entonces, ¿qué pasó? ¿No se dieron cuenta o las ignoraron?

–No. Hay una situación que tenemos que decir: hubo abandono. Y abandono en qué sentido. Descuidamos el estar tocando el pulso de lo que dice la gente, de lo que le pasa a la gente. Por decreto y por declaraciones no se lograron cambiar ni modificar las cosas. Es un descuido y, como en cualquier enfermedad, viene la infección y luego sigue creciendo. No había claridad ni voluntad de lo que debía de ser. Se trata de preservar el status quo.

▲ Es necesario tener policías que reciban capacitación y sobre todo reconocimiento de la población, afirma el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad.Foto La Jornada

Las cifras del Consejo Ciudadano dan idea de cómo se ha acumulado la atención a la gente que requiere de ayuda después de sufrir algún ilícito. En 10 años, entre ayudas sicológicas, asesorías jurídicas, programas especiales y otros, el Consejo de Seguridad prestó casi 17 millones y medio de servicios de auxilio a la ciudadanía. El consejo ya comprobó su eficacia y su eficiencia, creo que es importante mencionarlo: lo que nació como un experimento se convirtió en un buen ejercicio.

No obstante, señala que hoy más que nunca se requiere del reconocimiento y apoyo a los cuerpos policiacos. No todo está podrido en la policía. Debemos reconocer que cuando aquella burbuja de seguridad protegía la capital, quienes la cuidaban eran los mismos policías que hoy sirven en Ciudad de México, y tenemos que capacitar para adecuarlos a nuevas realidades.

Afirma que el consejo nace por la visión de Marcelo Ebrard, de quien al menos yo me considero su amigo, aunque tengo mucho tiempo de no verlo, pero debemos decir que el artífice legal fue Miguel Ángel Mancera, porque fue él el que escribió los estatutos del organismo.

Wertman se ubica en la historia y asegura optimista: vivimos el momento de que venga el cambio. Tener la seguridad en la ciudad a como estaba hace seis años no se logrará de inmediato, pero está seguro de que es recuperable.

Explica que hay que crear una nueva policía, más digna. La mayoría de los oficiales hace su trabajo y hablo de todo los niveles. Los malos no son la mayoría, por eso hay que distinguir y dignificar al cuerpo policiaco, les hemos quitado cosas que antes les habíamos dado: el consejo generaba un reconocimiento ciudadano de las policías, tristemente durante estos últimos seis años no se ha hecho nada de eso. Si a los policías no se les tiene en una posición digna, seas el gobierno que seas, tropezarás constantemente.

Wertman, conocedor de la problemática de seguridad en Ciudad de México, sentencia: El Consejo Ciudadano sirve porque es un generador de confianza, un vínculo entre ciudadanos y autoridades, es un espacio donde hacer una denuncia no es un riesgo. Es, como dije, un generador de confianza.