Lunes 1º de octubre de 2018, p. 8
De concretarse la iniciativa de reforma constitucional que promueve Morena en el Senado para reducir 50 por ciento el financiamiento público de los partidos políticos colocaría a casi toda la oposición en una situación compleja, pues se acumularían varios factores: la caída generalizada de la votación de los institutos tradicionales; las deudas contraídas; el pago de sanciones impuestas por el Instituto Nacional Electoral y, ahora, esta pretensión.
El retroceso en el ingreso de los partidos políticos por vía de las prerrogativas provenientes del erario para el financiamiento de las actividades ordinarias, actividades específicas y para el rubro de apoyo al liderazgo de las mujeres se reduciría de forma importante.
Entre los partidos que más lo resentirán está el Revolucionario Institucional, cuyo desempeño electoral –que repercute en las prerrogativas correspondientes– pasó de 30.69 por ciento en los comicios de diputados federales en 2015 a 16.5: con la legislación vigente, esto implicaría que en su financiamiento pasaría de contar con mil 160.4 millones de pesos a una proyección de 831.7 millones de pesos.
La desaparición de Nueva Alianza y Encuentro Social representa un factor para que en las condiciones actuales, la caída de prerrogativas no fuera tan acentuada, toda vez que la fórmula conforma una sola bolsa a distribuir entre los partidos con registro. Sin embargo, de aprobarse la reforma constitucional que impulsa Morena, las prerrogativas del tricolor podrían ubicarse en 415.8 millones de pesos, menos de 40 por ciento de lo que han recibido desde 2015.
En contraste, Morena sería el único caso que aún en el supuesto de la reducción a 50 por ciento que pretenden, casi se duplicarían sus prerrogativas gracias a su crecimiento en la presencia electoral. Producto de los comicios de 2015, Morena ha recibido anualmente 439.7 millones de pesos, pero haber alcanzado 38 por ciento de los votos le permitiría recibir mil 612 millones de pesos, por lo que aún con la reducción a la mitad, obtendría 806 millones de pesos.
En el caso del blanquiazul, a pesar de los resultados, el retroceso electoral no fue tan marcado, pues pasó de haber obtenido 22 por ciento en 2015 a 17.9 por ciento en 2018. Por ello, las prerrogativas panistas en las condiciones actuales pasarían de 877.5 millones de pesos que reciben ahora a 884.5 millones de pesos en 2019, apuntalados por el factor de los partidos que perdieron el registro. Si se concreta la reforma, pasarían a 442.2 millones de pesos.
Quizá uno de los casos financieramente más complicados sería el del sol azteca, cuyo desplome electoral repercute en sus finanzas. Sin reforma, pasará de recibir 525.7 millones de pesos a 406.8 millones de pesos, pero si se aprueban las modificaciones obtendría sólo 203.4 millones de pesos.