Sochi. El británico Lewis Hamilton dio un paso de gigante hacia su quinto título mundial de Fórmula 1 al aprovechar el regalo que le hizo su escudería en el Gran Premio de Rusia.

El piloto de Mercedes se impuso en el circuito de Sochi por delante de su compañero Valtteri Bottas, quien se dejó adelantar por una orden de la escudería, y amplió a 50 puntos su ventaja respecto del alemán Sebastian Vettel, quien fue tercero con Ferrari.

A falta de cinco Grandes Premios para el final, el británico saldrá de Rusia con 306 puntos en la clasificación general y Vettel con 256. Ganando las cinco carreras que quedan, Vettel llegaría a un máximo de 381 unidades, por lo que Hamilton necesitaría sumar 76, es decir, le bastaría con cuatro terceros puestos y un segundo lugar.

Si nada extraño ocurre en las próximas carreras, Hamilton celebrará a sus 33 años su quinto título mundial. Desempataría con el francés Alain Prost y el propio Vettel para ubicarse en el segundo escalón de la clasificación histórica, junto con las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio. Por delante sólo tendría las siete del alemán Michael Schumacher.

Hamilton partió hoy desde la segunda posición, por detrás de Bottas, y fue incapaz de superar al finlandés en la primera vuelta. La salida no cambió nada en las posiciones de arriba y hubo que esperar a la primera y única parada para ver un baile de lugares.

Bottas fue el que primero entró, en la vuelta 13, y Vettel le siguió en la 14. Hamilton, más pendiente de adelantar a su compañero que de con-tener a Vettel, perdió la posición con el alemán al regresar a la pista en la vuelta 16 con llantas nuevas.

Sin embargo, el británico enseñó los colmillos a Vettel en la primera oportunidad que tuvo. Acabar justo detrás del Ferrari era minimizar daños para él, perder apenas tres puntos. Pero Hamilton demostró que es insaciable y se lanzó en busca de la posición del alemán.

Vettel le contuvo unos cuantos metros –con una agresiva defensa que incluso fue investigada por los comisarios–, hasta que Hamilton se coló por el interior de una curva para dar un hachazo a las esperanzas de su gran rival. Sin ninguna parada más programada, Hamilton ya sólo vería a Vettel desde los retrovisores.

El botín fue todavía mayor, pues Bottas tuvo que dejar pasar a Hamilton en la vuelta 26. Tienes que dejar pasar a Lewis en la curva 13, le dijeron. Tras acatar la orden, el finlandés dijo a sus ingenieros que él iba más rápido que Hamilton. La respuesta que recibió fue que el británico tenía daños en un neumático y que su segunda posición corría riesgo con Vettel al acecho.

Cuando quedaban pocos kilómetros para el final, Bottas preguntó si podía recuperar la posición, pues Vettel conducía ya lejos. La respuesta fue negativa.