A un mes de iniciadas las movilizaciones de estudiantes tras el ataque de un grupo porril contra estudiantes de bachillerato frente a la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México, continúan las protestas y alumnos mantienen tomadas las instalaciones de las direcciones de los colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco y Oriente en demanda de mejoras a la infraestructura y seguridad.

En Azcapotzalco, el rector universitario Enrique Graue firmó hace unas semanas el pliego petitorio de los estudiantes y dijo que las demandas eran atendibles. El director general del CCH, Benjamín Barajas, ha participado en mesas de diálogo con alumnos para atender sus demandas, pero el conflicto no se ha resuelto.

Los alumnos mantienen desde el 17 de septiembre un paro activo, tomaron la dirección, pero hay clases.

Estudiantes del plantel –cuya identidad se reserva por motivos de seguridad– acusaron ayer en entrevista con este diario que un grupo de alumnos pretende controlar el paro y las decisiones de la asamblea.

Señalaron que ese grupo, al que calificaron de ultra, ha pretendido marginar a otros colectivos y afirmaron que han atacado tres veces a otro grupo de activistas. Mostraron imágenes donde se observa un cubículo ocupado por un colectivo que tiene una pared rota, pintas donde se lee vende huelgas y traidores.

Refirieron que hay incertidumbre entre los estudiantes sobre hacia dónde va el movimiento.

Alumnos que mantienen tomada la dirección del CCH Oriente desde el 4 de septiembre narraron que se han presentado provocadores en las asambleas estudiantiles, a quienes identificaron como consejeros estudiantiles afines a la dirección del plantel, a la que acusaron de no dar respuesta a su pliego petitorio.

Los estudiantes que participan en el paro dijeron a este diario que el lunes convocaron a las autoridades a una mesa de diálogo en la que esperan que haya solución a sus demandas.