Montreal. Estados Unidos y Canadá negocian bajo presión para llegar a un acuerdo sobre la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) antes de la noche de hoy.

Para concentrarse en las negociaciones, la ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland, aplazó para mañana un discurso en la Organización de Naciones Unidas (ONU) previsto para ayer.

Las tratativas entraron en horas cruciales. Negociadores canadienses y estadunidenses reducían diferencias ayer, pero no hay garantías de que lleguen a un acuerdo, señalaron dos fuentes de Ottawa a Reuters.

La Casa Blanca pretende firmar el nuevo TLCAN con México antes del primero de diciembre, cuando asumirá el nuevo gobierno mexicano. Ello significa que el texto definitivo debe llegar al Congreso estadunidense antes del último minuto de hoy.

Si las diferencias no son superadas, el TLCAN dejaría fuera a Canadá y el tratado sería bilateral, pues Washington y México alcanzaron un acuerdo a finales de agosto.

El gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles automáticos a vehículos de Canadá, a menos que firme un pacto actualizado antes de la noche de hoy para modernizar el TLCAN.

El diario canadiense The Globe and Mail informó ayer que Canadá y Estados Unidos discutirán todo el fin de semana, mediante una video conferencia, para intentar salvar los obstáculos pendientes tras semanas de negociaciones.

Estados Unidos busca que Canadá reduzca la protección a su sector lechero, mientras Ottawa quiere que Washington admita preservar el actual sistema de solución de controversias entre los socios del TLCAN.

Según el periódico, el principal escollo continúa siendo la exigencia canadiense de mantener el actual régimen de solución de conflictos del TLCAN. A cambio ha hecho concesiones significativas en el sector lechero, apuntaron fuentes consultadas por el Globe and Mail y Reuters.

Además, Canadá quiere garantías de que Washington no impondrá aranceles a sus automóviles.

La fuente citada por Reuters dijo que el gobierno del premier Justin Trudeau está dispuesto a ceder ante una demanda de Estados Unidos de ofrecer un acceso significativamente mayor al protegido mercado lácteo canadiense.

Ello podría causar problemas a Trudeau, ya que el sector agrícola canadiense, políticamente muy influyente, se opone a cualquier concesión. Expertos del gobierno dicen que es probable que Ottawa tenga que ofrecer una compensación significativa.

Las pláticas estuvieron marcadas esta semana por las nuevas críticas de Trump a los negociadores canadienses. Incluso se dijo que se negó a recibir a Trudeau en Nueva York, donde ambos asistieron a la Asamblea General de la ONU.

Canadá, por su parte, ha dicho que prefiere que no haya acuerdo antes de firmar uno que sea perjudicial para sus intereses.

El secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, expresó la noche del viernes que en las próximas 48 horas sabremos si vamos a ir a un texto trilateral, al entregar un resumen de la negociación a los senadores.

Es imprudente poner el caballo antes que el carruaje. El hecho de que continúen las conversaciones demuestra que hay problemas por resolver. No necesariamente se logrará un convenio, declaró a Reuters una fuente que solicitó el anonimato.

El acuerdo firmado en 1994 apuntala 1.2 billones de dólares de comercio anual entre México, Estados Unidos y Canadá, por lo que su destrucción sería enormemente perjudicial, afirmaron economistas.