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La corrección política no debe ser la nueva censura, mensaje de Arde Madrid

Serie española inspirada en las peleas entre Ava Gardner y Perón cuando fueron vecinos en Madrid; se presentó ayer en el Festival de Cine de San Sebastián

 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de septiembre de 2018, p. 7

San Sebastián. Ava Gardner, Juan Domingo Perón y su nada apacible convivencia como vecinos durante los años 60 en Madrid centran el argumento de la comedia Arde Madrid, primera serie contemporánea en blanco y negro que Paco León, uno de sus creadores y protagonistas, presentó ayer en el Festival de Cine de San Sebastián.

La serie de ocho capítulos, que se presenta en una sección paralela fuera de concurso y que Movistar+ estrenará el próximo 8 de noviembre, parte de una anécdota: las sonadas discusiones entre la actriz de Hollywood y Perón durante la vida de ambos en Madrid a comienzos de la década de los 60 por las ruidosas fiestas que la artista celebraba en su casa, situada encima de la del general argentino, por entonces recién casado con su segunda esposa, Isabelita.

“‘¡Perón, cabrón!, ¿Perón, maricón!’, cuentan que le gritaba la diva de Hollywood. Y esas peleas públicas y conocidas fue lo que nos inspiró la historia”, explica en entrevista el actor sevillano de 43 años, conocido en Latinoamérica por su interpretación de la transexual Mari Jose en la serie mexicana de Netflix La Casa de las Flores.

Sin embargo, la vida de Gardner en Madrid, donde vivió de forma intermitente entre 1952 y 1967, es sólo el contexto para narrar una mera historia de ficción protagonizada por los empleados domésticos que trabajan al servicio de la diva de Hollywood, interpretados por el propio León e Inma Cuesta, esta última en plena misión de espionaje que debe informar a las autoridades franquistas de la vida disipada y las reuniones con comunistas de Gardner.

Su sonado romance con el torero Luis Miguel Dominguín ante los celos de su pareja, el cantante Frank Sinatra, o las desenfrenadas noches de fiesta en el centro de la capital, por la que desfilan folclóricas españolas como Carmen Sevilla o Lola Flores, e incluso Charlton Heston, se reflejan en esta serie, que se atreve con una peculiar combinación: el género de comedia y el blanco y negro.

Que nosotros sepamos aún no se ha hecho ninguna serie en blanco y negro en el extranjero y queríamos ser los primeros, cuenta León junto a la cocreadora Anna R. Costa. “Diferenciarnos era una necesidad en un momento en que está empezando a haber una saturación de productos y series en televisión de pago. Queríamos tener carácter.

Estéticamente era además lo que mejor nos transportaba a esa época y a todos esos referentes cinematográficos a los que nos queríamos parecer, como Berlanga o el neorralismo italiano, explica.

Ello hizo que en un primer momento les costara colocar la serie en Movistar+, después de que la platafoma Netflix la rechazara por el alto costo que suponía. Aún así mantenemos las esperanzas de una distribución internacional, cuenta.

Canto a las libertades

El género de comedia no fue una elección, dice León. Es una mirada completamente natural e inevitable. No sé hacer otra cosa, dice al tiempo que asegura no tener miedo a que ello desvirtúe o caricaturice a los personajes.

Reivindico la comedia como género muy amplio que no significa para nada burlar, caricaturizar ni estereotipar, y permite contar muchas cosas con muchos más matices que en otros géneros, opina.

Tras un largo proceso de documentación que incluyó numerosas lecturas y entrevistas, uno de los principales retos radicaba en la elección de la actriz que se atreviera a interpretar a Ava Gardner. Al final prefierieron a la estadunidense Debi Mazar, cuyo parecido fue reconocido por Sinatra, ex marido de Gardner, según la actriz.

La vida de Gardner en la capital española es también un canto a las libertades en un entorno de censura, donde, paradójicamente, la discreción era posible, entre otras cosas, por la censura a la prensa. La estricta moral pregonada y vigilada por las autoridades franquistas contrastaban con la vida de una mujer entregada a la fiesta, a sus amantes toreros y al alcohol. “Arde Madrid también nos hace reflexionar sobre el logro de libertades y todo lo que hemos ganado desde los años 60: mucha información sexual, libertad de expresión y libertades personales y de la mujer”, señala León.

En mucha cosas hemos evolucionado, pero también hay momentos de corrección política que restan libertades (...) no podemos consentir que la corrección política se convierta en una nueva censura, apunta León, que ve gran margen de creatividad a la hora de hacer series en lugar de cine tradicional.

El festival de San Sebastián, que culmina mañana, acoge por segundo año la proyección de series. Además de Arde Madrid, Movistar+ presenta hoy Gigantes, de Enrique Urbizu, en la sección oficial fuera de concurso por la Concha de Oro. En el contexto del festival pero fuera del mismo, también se presentó Vivir sin permiso, de Tele5.