a intensificación de la agresión unilateral (AU) desplegada por Trump, con dedicatoria a China, Rusia, Venezuela e Irán, que incluye aranceles a sus socios del TLCAN e integrantes de la Unión Europea (UE), ocurre en medio de una transformación hegemónica hacia un contexto euro-asiático multilateral, caracterizado por una transición impregnada por la AU de alta y riesgosa incertidumbre comercial, financiera, monetaria y estratégico-militar. En fechas recientes, lo que ya es una abierta guerra económica
que Trump acentuó con aranceles por 200 mil millones de dólares (mmd) a mercancías chinas, que ya la nación asiática respondió con 60 mmd a exportaciones de EU, tiene impactos que afectan a los instrumentos multilaterales para dirimir las tensiones y conflictos comerciales. La AU los acentúa también en lo monetario, lo que junto a una nueva guerra fría hace más riesgosa, incierta y enredada la interacción balística y nuclear entre las potencias.
La AU no se confina a los aranceles o a las sanciones económicas de EU, sea contra Corea del Norte, Irán, Rusia, Venezuela, China o empresas y contratistas de la UE inhibidas de invertir, comerciar o fabricar en Irán so pena de arbitrarias sanciones de EU, cuyo objetivo es la contención del reposicionamiento político y estratégico de Rusia y frenar el ascenso de China como potencia económica mundial de proyección multidimensional. Lejos de debilitar la entente entre Pekín y Moscú, la AU la fortalece. La transición entre la pax británica y la pax americana tuvo expresiones múltiples, entre las principales la sustitución de la libra esterlina por el dólar. Se trató de una larga y compleja transición hegemónica en que la guerra fue el árbitro último, antes, durante y después de las dos contiendas mundiales del siglo XX.
Las imposiciones de aranceles, dice Peter Koenig en realidad no tienen nada que ver con el comercio. Los chinos y el gobierno de EU lo saben. Esas tarifas tienen todo que ver con debilitar el yuan, y con ello abatir la economía china.
(PressTV Interview ICH, 20/9/18) El yuan fue declarada moneda de reserva
en 2016 y desde entonces registró aumentos en su participación en las transacciones y reservas de los bancos centrales del mundo.
En los círculos de poder de EU no gusta la bienvenida de la banca central e inversores europeos y británicos al yuan, acogida liderada en Europa por el Bundesbank, según informa RT (actualidad.rt.com) con la incorporación inicial de 500 millones de euros en la economía china cuya fortaleza también, casi en simultáneo, llevó al Banco de Francia a incorporar la moneda china a su reserva. Otros bancos centrales, el de Bélgica, el eslovaco y el de España, operaron en el mismo sentido (ibid). Este arranque del yuan como moneda de reserva, que lo llevó en poco tiempo a 10.92 por ciento como moneda de reserva, por encima del yen japonés y la libra esterlina británica, se acentuará todavía más con la puesta en marcha del comercio de futuros de petróleo nominados en yuanes en la Bolsa Internacional Energética de Shanghái (ibid).
El pasado 7 de septiembre nació el petroyuán al realizarse la primera ejecución física de futuros denominados en yuanes, un total de 600 mil barriles de petróleo de marcas de Oriente Medio. Con el petroyuán fuera de la cuna, téngase presente que, como advierte Koenig, entre los mayores productores y consumidores de combustibles fósiles del mundo (China, Rusia, Venezuela e Irán) ya no se usa el dólar en sus transacciones, sino monedas locales o el yuan/oro lo que anunciaría el fin, más temprano que tarde, de la hegemonía monetaria
de EU, nación que, advierte Koenig, tratará de posponer el fin del predominio del dólar tanto como sea posible, esperando un milagro o, en realidad, aun preparando una intervención militar para salvar al dólar
. (ibid)
Trátese de una intervención militar contra Venezuela, como la pactada con el Comando Sur de EU por Luis Almagro de la OEA o contra Irán, del tipo que ya se manifiesta, protagonizado por el mercenariato terrorista al servicio de EU, la desestabilización de consecuencia mundial se estaría realizando en un medio ambiente de la balística inter-continental y de alcance medio y corto, de alta incertidumbre. El proceso de intensificación bélica, con el petróleo mundial de por medio en el estrecho de Ormuz, Venezuela o Siria como posibles escenarios, se realizaría a través de gran riesgo de guerra por el enredo e incertidumbre que causa la dualidad (nuclear y no nuclear) de los sistemas de Comando, Control e Inteligencia que, plantea James M. Acton, tienden a elevar los riesgos de guerra nuclear accidental
(International Security Vol 43, N.1, 2018). Es una constelación en la que, de estallar una guerra mundial la vida planetaria, ya amenazada de aniquilación biológica
(pnas.org) por el funcionamiento normal
del capitalismo, llegaría a su fin.
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