El gobierno federal sostiene una ‘‘mentira descarada’’ alrededor de los normalistas desaparecidos, considera Mariana Hernández, quien participó en la coordinación de esa obra coeditada por el sello Almadía y la UNAM
Jueves 27 de septiembre de 2018, p. 7
El impacto en la sociedad mexicana y en las víctimas de la ‘‘mentira descarada” que el gobierno federal sostiene en el caso de los 43 normalistas desaparecidos hace cuatro años en Iguala es uno de los ejes en varios ensayos de Pensar Ayotzinapa, afirma Mariana Hernández Urías, una de las coordinadoras de esa obra colectiva.
‘‘La llamada ‘verdad histórica’ contrasta con las investigaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Ese discurso oficial aspira a ser aceptado. Es imposible, nos están mintiendo. El resultado es la escisión y un tironeo en la sociedad y en el sujeto, de los cual tenemos que hacernos cargo”, explica la filósofa en entrevista con La Jornada.
Pensar Ayotzinapa, coeditado por Almadía y la Universidad Nacional Autónoma de México, fue coordinado también por Rosaura Martínez Ruiz. Se originó de la iniciativa Filósofos después de Freud, de la Facultad de Filosofía y Letras, y reúne 10 textos con enfoques diversos en torno a la desaparición de los estudiantes de la normal rural guerrerense.
Homero Vázquez Carmona (Ciudad de México, 1984), otro de los coordinadores, dice a este diario que ante los hechos de hace cuatro años ‘‘nos sentimos interpelados con la urgencia de elaborar qué había pasado. El proyecto, que trabaja en la frontera entre filosofía y sicoanálisis, plantea cómo pensar, llevar a la palabra y hacerlo consciente para evitar una serie de repeticiones de la violencia manifiesta en el caso de Ayotzinapa”.
Mariana Hernández (Ciudad de México, 1986) coincide: ‘‘Esta serie de ensayos es una apuesta por el pensamiento como una articulación, una narración y cierta construcción de sentido que nos puede ayudar a frenar estos ciclos de repetición y hacer que desemboquen hacia un nuevo lugar, se abran nuevos focos de pensamiento y, por tanto, de acción”.
Abrir vetas de pensamiento
Según Vázquez Carmona, el documento plantea ‘‘abrir vetas de pensamiento para seguir reflexionando en los elementos que componen el caso. Cada ensayista habló desde donde se sintió interpelado por Ayotzinapa. El conjunto crea una memoria, en el sentido de algo que está ahí y puede seguir siendo pensado y rescrito”.
El tema de la violencia, añade, ‘‘es urgente. Es patrimonio de todas las ciencias sociales. Se requiere un trabajo colectivo porque dadas las condiciones del país necesitamos ya frenar el ciclo de violencia”.
Vázquez Carmona refiere que Rosaura Martínez Ruiz ‘‘habla de la necesidad de una verdad y las condiciones para construir su narración; Laura Echavarría aborda la posibilidad o imposibilidad de hacer un duelo cuando la persona que perdiste está desaparecida, y Mariflor Aguilar explora el papel de los periodistas y de quienes informan sobre la verdad, su papel en esta labor y el riesgo en que se ponen al difundir versiones que las instituciones no quieren reconocer”.
Y sintetiza: ‘‘Cuitláhuac Moreno articula una reflexión sobre el sentido o sinsentido de la rebeldía; Griselda Gutiérrez piensa los diferentes tipos de violencia que están manifiestos en el caso; Greta Rivara, en la necesidad de crear memoria; y Juan José Abud se pregunta sobre la subjetividad mexicana frente a una pulsión de muerte que es constitutiva de la violencia”.
El trabajo editorial Pensar Ayotzinapa será presentado hoy a las 19 horas en Casa Almadía (Patriotismo 165, colonia Escandón).