Martes 25 de septiembre de 2018, p. 2
Un nuevo estudio reveló que el intestino tiene una conexión directa con el cerebro mediante un circuito neuronal que le permite transmitir señales en pocos segundos.
El hallazgo podría derivar en el desarrollo de nuevos tratamientos contra la obesidad, trastornos alimentarios, depresión y autismo, relacionados con un mal funcionamiento del intestino.
Diego Bohórquez, neurocientífico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte, observó que las células enteroendócrinas podrían enviar mensajes hormonales al sistema nervioso central, según la revista Science.
Se preguntó si podían hablar
al cerebro a través de señales eléctricas, como las neuronas. Luego de experimentar con ratones, él y su equipo hallaron que se comunican a través del nervio vago, que viaja desde el intestino hasta el tronco encefálico.