Una mezcla entre las vivencias de la actriz muxe Alexis Orozco con las historias de Josué Maychi (Campeche) y José Guadalupe de la Cruz (Chiapas) y el son jarocho de Kevin Eli Leyva es lo que ofrece la puesta en escena Andares, que se presenta los martes y miércoles en el Teatro Benito Juárez.

El montaje, interpretado por Makuyeika: Colectivo Teatral narra la vida de tres jóvenes indígenas (maya, zapoteca y wixárika), que llevan una vida enraizada a las tradiciones y costumbres de sus pueblos, pero deben adaptarse a la época moderna y al mismo tiempo mantener un equilibrio entre ambos mundos.

La obra, que surgió de una inquietud del director Héctor Flores Komatsu de reunir actores de diferentes comunidades del país, invita a reflexionar sobre los procesos que atraviesan las culturas indígenas de México para insertarse en la época contemporánea.

La dramaturgia une anécdotas personales, cosmogonías ancestrales y tradiciones, así como música popular.

En entrevista con La Jornada, Héctor Flores Komatsu (Cuernavaca, Morelos, 1992) expresó que Andares cumple una acción social fuerte, pues va más allá del teatro convencional sin dejar de lado el nivel artístico. Tiene vertiente estética y narrativa diferente a lo que se acostumbra en México y eso es rico a escala artística.

El proyecto surgió de la idea de reunir a actores de Oaxaca, Chiapas y Campeche en una casa de Cuernavaca; el resultado fueron historias conmovedoras de lo que viven los jóvenes indígenas cuando unen su mundo tradicional con el moderno.

“A través de la convivencia diaria, las anécdotas y la cultura de cada chico se fue armando Andares como un mosaico escénico de las vivencias a partir de diferentes perspectivas de la mexicanidad, en este caso de la maya, la wixárika y de la zapoteca, además de un músico de son jarocho que musicaliza toda la obra.

Al unir y comparar las historias encontramos semejanzas, diferencias y logramos un texto del México actual y al mismo tiempo uno al que no se le ha dado la palabra como se debería.

Una pieza honesta

En palabras de Flores Komatsu, la obra no es completamente autobiográfica, aunque se retoman algunas experiencias de los jóvenes, por ejemplo, la historia de un beso, la pérdida de una abuela, los problemas familiares que surgen en las comunidades debido a la discriminación o el despojo de tierras y cuestiones relacionadas con la cosmogonía.

“La obra tocará muchas raíces en el espectador. Es como estar en el cruce de caminos donde por un momento estás de un lado y luego ya estás en otro lugar; es decir, los chicos pueden ser herederos de una riqueza milenaria, pero también pueden ser una persona moderna que no tiene que sacrificar a la otra.

En la historia también veremos las fallas y aciertos de los personajes. Es una pieza honesta donde vemos cómo el ser humano se equivoca; los chicos no están representando una cultura, sino a ellos mismos.

Andares, cuyo estreno ocurrió el año pasado, ha realizado giras por Cuernavaca, Mérida, Oaxaca y Ciudad de México. Al finalizar su temporada, en el teatro Benito Juárez, la compañía irá al Festival de Teatro de Wuzhen, en China.

Los actores, que integran el colectivo teatral Makuyeika dirigido por Héctor Flores Komatsu, escenificarán Andares hasta el 10 de octubre, los martes y miércoles a las 20 horas en el teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc, cerca de la estación Reforma del Metrobús).