Mazatlán, Sin., Al menos unas 70 personas huyeron de las comunidades serranas El Magistral y Piedras Blancas, debido a la disputa existente entre grupos antagónicos por el control de las drogas y las amenazas del crimen organizado a las familias, informó el alcalde del municipio de Concordia, Trinidad Osuna Lizárraga.

Precisó que los afectados fueron atendidos en el refugio La Esperanza, que ofrece alimentos en los comedores comunitarios despensas y atención médica hasta que decidan regresar a sus poblados; pero la mayoría prefiere quedarse con amigos y familiares en el mismo municipio.

Osuna Lizárraga consideró que este desplazamiento no tuvo tanto impacto en Concordia como el de agosto pasado, cuando arribaron más de 300 familias desplazadas de comunidades colindantes con Durango. La mayoría de los pobladores de Pánuco siguen sin regresar, aunque se reactivaron los patrullajes militares para las comunidades de la sierra, detalló.

El munícipe reconoció que siguen sin funcionar los servicios de salud en las comunidades sinaloenses de La Petaca, Chirimoyos y Potrerillos, por lo que los pobladores deben acudir a Santa Lucía o El Palmito, donde sólo hay una enfermera, por lo que ya gestionan que se reabran los centros de salud.

Más de 2 mil desplazados en Concordia en 2016

La Comisión Mexicana de la Defensa de los Derechos Humanos reportó que en Concordia en 2016 unas 2 mil 126 personas huyeron de las comunidades sinaloenses de La Petaca, Chirimoyos, El Coco, La Capilla del Taxte, Mesa del Carrizal, Potrerillos, Santa Lucía, Cuantatal, Santa Catarina, Habal de Copala, Guayanera, Batel, Corte Alto, El Espinal, Charcas y Pánuco.

En tanto, representantes de desplazados del sur de Sinaloa, solicitaron al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que el Ejército siga un año en la zona alta de la sierra de Concordia, para que regrese la paz, fluyan las inversiones y se incentiven las actividades productivas.

Miguel Gutiérrez Sánchez, representante del Movimiento Amplio Sinaloense, dijo que 350 familias requieren viviendas en Mazatlán, pues ya no quisieron regresar a sus comunidades por la violencia de grupos antagónicos, los cuales extorsionan a la gente y reclutan a los jóvenes.