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A Danny DeVito, el premio Donostia de San Sebastián

El actor criticó la política de Donald Trump sobre medio ambiente

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▲ El también productor y director de 73 años, luego del reconocimiento.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de septiembre de 2018, p. 6

San Sebastián. Danny DeVito no piensa en retirarse del cine.

El realizador, galardonado ayer con el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián en reconocimiento a su carrera, confesó que no dedica mucho tiempo a planes futuros, sólo deja que lleguen las cosas tal y como vienen a la hora de escoger un proyecto como actor, director o productor.

Son facetas que procura ejecutar con una valentía que, dice, desconoce de dónde le viene.

El cine es como una caída libre: no sabes lo que te espera ahí abajo, pero debes confiar en ti mismo, señaló en rueda de prensa en la que volvió a sacar el fino humor de buena parte de su filmografía y sus apariciones públicas.

Es durísimo tener que caerle bien a todo el mundo, bromeó antes de reconocer que sigue siendo maravilloso sentirse querido por el público.

Citó al teatro como el espacio donde mejor reconoce ese aprecio: Ahí obtienes una respuesta inmediata de los espectadores; es algo increíble.

La versatilidad de DeVito, nominado a un Óscar a la mejor película como coproductor de Erin Brockovich (2000) y ganador de un Globo de Oro por mejor actor de reparto 20 años antes, por la serie Taxi 20, no parece tener límites a sus 73 años. Prueba es la película que ha venido a promocionar en San Sebastián, la cinta animada Smallfoot.

Los niños necesitan divertirse

Me gusta hacer películas para niños. Ellos necesitan tiempo para reírse y los padres incluso más, dijo el realizador de la recordada Matilda sobre la otra cinta, en la que le presta su voz al personaje protagónico de Dorglel, un joven yeti que descubre con sorpresa la presencia de seres humanos a su alrededor.

Ha sido una experiencia fantástica, pero también un desafío, proclamó en referencia a los cinco idiomas (inglés, español, italiano, alemán y ruso) en los que tuvo que desenvolverse. Fue como subir al Everest.

En cualquier caso, aseguró, todo proyecto que escoge lo toma guiado por sus sentimientos.

Es lo que siempre hago, ya sea cuando leo un guion o elijo conocer a un director al que voy a producir. Una cosa lleva a la otra. Me gusta dirigir, llevar un proyecto desde un principio a un final, pero también actuar y producir, resolver los problemas que surgen en una película.Es difícil decir qué me gusta más, pero creo que para salir adelante en el cine necesitas ocupar tu espacio, confiar en ti mismo y además tener mucha suerte.

El artista deslizó su encanto frente a los periodistas a lo largo del encuentro. Para ejemplificar su deseo de vivir en el presente y no pensar demasiado en objetivos futuros, recurrió a un vaso y una botella de agua que tenía en frente.

Ahora voy a beber agua y verán como mantengo mi promesa, dijo bromeando antes de emplear esos mismos elementos con un rictus más serio para criticar las políticas medioambientales del gobierno estadunidense: Vengo de un país que le está dando la espalda a los acuerdos sobre medio ambiente. No estamos en un buen momento, y esperamos que eso pueda cambiar en las próximas elecciones. Hay que proteger el planeta.

DeVito, quien protagoniza la serie de televisión It’s Always Sunny in Philadelphia, también elogió la programación del Festival de San Sebastián. No conocía mucho de este certamen, pero me encanta que haya tanta diversidad de películas, dijo. El cine es equilibrio, es llorar y también divertirse. Y se trata, sobre todo, de disfrutar.