El 23 de septiembre de 1973 murió el escritor; Un poemario no parará a Donald Trump
, sostiene Mark Eisner
Domingo 23 de septiembre de 2018, p. 2
Pablo Neruda fue la voz de la resistencia con su muerte en Chile, a 12 días del golpe militar contra Salvador Allende en 1973, considera Mark Eisner, autor de una extensa biografía del premio Nobel de Literatura chileno.
‘‘Un poema no detiene las bombas, un poemario no parará a Trump, pero lo que hemos visto con Neruda es que ayuda en la conciencia y la resistencia”, explica el escritor estadunidense en entrevista con La Jornada.
Mark Eisner (Washington, 1973) dedica más de 600 páginas al libro Neruda: el llamado del poeta, publicado en español por Harper Collins. ‘‘Este hombre era tan importante que la dictadura quería asesinarlo para silenciarlo. ¿qué otro poeta fue tan poderoso?”, apunta durante su visita a México, junto al reciente libro, la portada con el rostro de que quien pudo escribir los versos más tristes una noche.
Tres dimensiones de vida se entretejen en un estilo narrativo: el canon de la poesía, su activismo político y social, además de su historia personal, incluyendo episodios oscuros. ‘‘Pensé que era vital unir en un solo volumen las tres corrientes, que son inseparables del legado de Neruda. Todos los elementos dependen entre sí y ninguno puede entenderse sin lo demás. Fue uno de los desafíos”.
Eisner ha dedicado casi dos décadas a seguir a Neruda, entre libros y archivos, familiares y amigos cercanos, pero también entre el hombre del mercado o la joven universitaria. ‘‘Quería hacer un texto no académico, que se leyera como novela”.
Enseñanza para el mundo
El libro Neruda se inicia con el funeral del ‘‘poeta del pueblo’’, tras su muerte el 23 de septiembre de 1973. ‘‘Fue el primer acto de resistencia contra el golpe militar y la dictadura por venir. La multitud salió a las calles, aún con la presencia de soldados y se asesinaba a disidentes en las cárceles”, refiere Eisner. Entre lágrimas se cantaba La Internacional, mientras la violencia militar sacudía y comenzaba la interminable lista de desaparecidos. ‘‘Neruda, aun muerto, hablaba una vez más por ellos”. Sigue el recorrido cronológico de quien nació el 12 de julio de 1904, como Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto.
Después de más de 15 años de trabajo, Mark Eisner terminó esa obra en el centenar de días gobernados por Donald Trump. ‘‘Me encantaría que no hubiera esta coincidencia, que no hubiera sido elegido y no habláramos de esto. Sin embargo, Neruda, quien escribió sobre la justicia y la libertad, es un ejemplo hoy, tiene que enseñarnos en el mundo ahora”.
En el centro, añade, está su poesía y la maravilla del ser humano: eso es Neruda. ‘‘Es lo que hace que las personas sigan acudiendo a él; la expresión esencial de lo que somos en nuestro interior, lo elemental dentro de lo complejo, lo infinito, lo verdadero y lo desconocido”. Así comenzó el largo camino de las páginas, al observar cómo un individuo puede afectar a tantas; ‘‘quiero tocar mi alma y el de otras personas”.
La semilla empezó décadas atrás, cuando un joven Eisner viajó hacia el sur del continente; ‘‘siento que soy gringo, pero latino en el corazón”. Llegó a los versos del poeta envuelto por un halo de admiración. El primer proyecto fue la traducción bilingüe en inglés y español de The essencial Neruda: selected poems, hoy un bestseller; luego un documental, con la colaboración de la escritora Isabel Allende. Actualmente prepara otro trabajo para la pantalla con el cineasta mexicano Carlos Bolado. ‘‘No sabía que iba a escribir una biografía. Mi intento es tener una perspectiva objetiva”.
En los años recientes la investigación para determinar si Neruda fue asesinado o murió de causas naturales ha ocupado las notas periodísticas. Para Eisner, es improbable conocer la verdad. Pero se está perdiendo la perspectiva, pues su muerte lejos de borrar su presencia, la inflamó, concluye.