Toluca, Edomex., Arropado por las ovaciones y porras de grupos políticos locales, el presidente Enrique Peña Nieto anunció su decisión de regresar al estado de México a partir del primero de diciembre. “Señor gobernador, tenga la certeza de que no causaré molestia alguna, sólo vendré a vivir aquí’’. Y lo hará –aclaró– para dedicarse a nuevas tareas, como uno más de los 17 millones de mexiquenses.

En una ceremonia organizada para el primer informe del gobernador Alfredo del Mazo, el mandatario estuvo ayer en el palacio de Gobierno, donde agradeció el apoyo de sus paisanos durante 25 años de carrera en el servicio público, primero en labores partidistas y después como diputado, gobernador y posteriormente cuando decidió competir por la Presidencia de la República.

Sepan que todos los días de mi mandato como presidente los he tenido presentes. Por ello, cuando concluya mi responsabilidad actual no tengo duda de que mi hogar será una vez más el estado de México.

A su vez, Del Mazo tampoco ahorró expresiones elogiosas a Peña Nieto: Sin su empuje y determinación, hoy el estado de México no sería una potencia económica y una tierra de oportunidades. Reconozco y agradezco su dedicación y compromiso permanente con la tierra que lo vio nacer. Su legado, aseguró el también priísta, definirá a las siguientes generaciones de mexicanos y nos permite ver el futuro con optimismo.

No faltaron los coros de ¡Enrique, Enrique! de los invitados, entre quienes figuraban los dirigentes del llamado grupo Atlacomulco: los ex gobernadores Alfredo Baranda, Ignacio Pichardo Pagaza, César Camacho, Emilio Chuayffet, Eruviel Ávila y Arturo Montiel, con quienes se fundió en sendos abrazos a su llegada al recinto acompañado de su esposa Angélica Rivera.

Además, estuvieron ahí la presidenta del PRI, Claudia Ruiz Massieu, el líder de los senadores de ese partido, Miguel Ángel Osorio Chong; los secretarios de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida; de Salud, José Narro Robles, y de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza. Y reapareció como invitado el ex secretario de Educación Pública Aurelio Nuño, también ex coordinador de la campaña del tricolor a la Presidencia.

Tanto su asistencia a un informe estatal como la decisión de dirigir un discurso en el mismo fueron hechos inéditos –y únicos, aclaró– durante la gestión de Peña Nieto. Y no lo hizo antes, dijo, porque sería difícil poder estar en todas las entidades.

Así, frente a los mandatarios de Guerrero, Chiapas, Campeche, Tlaxcala y Oaxaca, invitados por Del Mazo, justificó: No podía dejar de estar aquí, en mi tierra.

Pero además de un detallado recuento de los apoyos y programas impulsados por su gobierno para el estado de México y de mencionar las 81 giras realizadas aquí en estos seis años, Peña Nieto resaltó: el verdadero progreso se logra cuidando lo construido, ampliando lo existente y corrigiendo y mejorando lo necesario.

Pidió valorar en su justa dimensión la obra acumulada por décadas de esfuerzo colectivo, porque construir sobre aquella es como se alcanzan los niveles de desarrollo y bienestar propuestos.

El estado de México, aseguró Peña Nieto, es decisivo para el desarrollo del país. Mencionó entonces la inversión extranjera directa, la creación de empleos, las obras de infraestructura carretera, las acciones de seguridad y los programas sociales aportados en estos seis años a la entidad mexiquense para superar rezagos y generar nuevas oportunidades.

El gobernador Del Mazo correspondió: Hoy México es otro país, más moderno, más justo y más responsable. Se lo debemos a la entereza de sus convicciones, a la firmeza de sus acciones y a su gran amor y pasión por México.