Sábado 22 de septiembre de 2018, p. 23
Brasilia. Fernando Haddad y Ciro Ferreira Gomes se disputan el electorado de izquierda y un lugar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 7 de octubre en Brasil, en una lucha partidista que se inició hace cuatro décadas. Haddad, designado por el encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT), tiene 16 por ciento de intención de voto, seguido de Gomes del Partido Demócrata Laborista (PDT por sus siglas en portugués) con 13 por ciento, de acuerdo con la última encuesta de la empresa Datafolha.
Haddad fue el principal blanco de los ataques de los demás aspirantes durante su primera participación en un debate televisado, el candidato se posicionó en el segundo lugar en las preferencias de los votantes en menos de tres semanas, pero no participó en los tres primeros debates televisivos.
El PT ya vislumbra a Haddad en la segunda vuelta del 28 de octubre, en la que previsiblemente se medirá contra el aspirante de la ultraderecha Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, quien convalece en un hospital tras ser acuchillado hace días durante un mitin de campaña.
Aunque la diferencia de tres puntos en las encuestas entre los izquierdistas está dentro del margen de error –por lo que se trata de un empate técnico– ambos aspirantes se ven ampliamente superados por Bolsonaro, quien sigue consolidando su liderazgo y parece tener asegurada su plaza en la segunda vuelta, de acuerdo con Datafolha el ultraderechista tiene 28 por ciento de intención de voto.
El PT mantuvo durante meses que Lula sería su candidato a las presidenciales, pero después de que éste fuera inhabilitado por la justicia, cedió y nombró como sucesor a Haddad, quien fue su ministro de Educación y alcalde de Sao Paulo, el relevo se produjo el 11 de este mes a las puertas de la cárcel de Curitiba donde el ex presidente está preso cumpliendo pena por corrupción.
Esa fecha supuso el arranque del crecimiento de Haddad en las encuestas, ya que antes del visto bueno oficial de Lula apenas marcaba cuatro por ciento de apoyo, los adversarios de Haddad lo critican porque visita continuamente a Lula en la cárcel y lo acusan de depender de su mentor político y de organizar su estrategia en función de lo que diga el líder moral de PT.
En recientes declaraciones, Gomes provocó a Haddad diciendo que Brasil no puede permitirse un presidente que en medio de una crisis tenga que ir a pedir consejos a la prisión de Curitiba.
En tanto, el ex presidente brasileño Henrique Cardoso, quien gobernó con su Partido de la Socialdemocracia Brasileña entre 1995 y 2002, llamó a la unión de los candidatos de centro para frenar el triunfo de las visiones radicales en las próximas elecciones, las más impredecibles del país en décadas.