El archivo del compositor y director de orquesta Eduardo Mata (1942-1995) fue entregado a la Fonoteca Nacional para su resguardo y difusión. La recepción se hizo en una sesión de escucha que permitió disfrutar la punta del iceberg de un tesoro sonoro y documental que invita a adentrarse en el alma de un gran músico mexicano mediante su colección personal de discos, así como grabaciones propias.

‘‘Por sus discos los conoceréis”, dijo Juan Arturo Brennan, experto en música y amigo personal de Mata. ‘‘Dar una revisada a su acervo es asomarnos a su alma”, evocó el colaborador de La Jornada, al ‘‘individuo de poderosa batuta y gran nariz” que lo cautivó con un concierto al frente de la orquesta de la Universidad Nacional, como hizo con toda una generación de jóvenes.

Más de 2 mil 900m soportes

El archivo reúne más de 2 mil 900 soportes, entre cintas de carrete, casetes, discos, videos, programas de mano, fotografías, libros, partituras, reconocimientos y retratos, enumeró Theo Hernández, coordinador del catálogo de música clásica de la Fonoteca Nacional.

Sobre una mesa en la sala Murray Schafer yacían una medalla, un par de discos y un retrato, entre otros objetos, como símbolo del material que donaron los hijos de Eduardo Mata, Pilar y Roberto, durante la cita en la Fonoteca Nacional, encabezada por Ernesto Velázquez, titular de la Fonoteca.

Fue Pilar quien tomó el micrófono para recordar a su padre, entre anécdotas de su infancia en Londres, marcada por vuelos para ir a conciertos por toda Europa, donde Mata era invitado a dirigir, también contar sobre sus supersticiones y su amor por volar.

Su acervo es un retrato sonoro de Mata, destacó Brennan sobre la posibilidad de conocer la música que escuchaba el compositor, como una visión cubista del hombre polifacético y complejo. No es en una caja para guardar bajo llave donde debe permanecer ese conocimiento, sino a disposición para su divulgación y consulta.

Grabaciones raras de conseguir, como las muchas que hizo cuando dirigió a la Sinfónica de Dallas, o durante sus colaboraciones en Venezuela con la Orquesta Simón Bolívar de El Sistema, también destacan en el tesoro sonoro que será catalogado y digitalizado por la Fonoteca. Todo lo que tocó lo convirtió en oro, dijo Brennan.