Participan los arqueólogos Verónica Ortega, del INAH, y los japoneses Namia y Saburo Sugiyama
Sábado 22 de septiembre de 2018, p. 3
Teotihuacán, Méx., En la zona arqueológica de Teotihuacán desde hace tres años se realizan trabajos de exploración en la Plaza de las Columnas.
Se trata del Proyecto Complejo de las Columnas en el que participan la arqueóloga Verónica Ortega Cabrera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y los investigadores japoneses Namia y Saburo Sugiyama de las universidades George Mason y Estatal de Arizona.
‘‘En el tercer año de exploración comenzamos a descubrir fragmentos de pintura mural maya. Hemos identificado en su par teotihuacana elementos mayas, pero los que hemos encontrado aquí fueron hechos y pintados por manos mayas.
‘‘No llegaron sólo pintores mayas para pintar y se regresaron, pues con lo descubierto se demuestra que arribaron con la élite maya. Podemos hablar ya de la interacción de los teotihuacanos con los mayas al más alto nivel político”, considera Saburo Sugiyama.
Un depósito encontrado en la Plaza de la Columnas corresponde a una ofrenda de cerámica con más de un millar de piezas y fragmentos como evidencia de ceremonias o fiestas.
Otro fue localizado al oeste de la Calzada de los Muertos con más de 2 mil 600 restos humanos fragmentados, entre ellos nueve cráneos, costillas, huesos largos y planos. Mide tres metros de largo por tres de profundidad y está debajo de pisos y estucos de tipo teotihuacano.
‘‘Son cuerpos cercenados, no sabemos qué tipo de ceremonias practicaban; son desmembramientos, pues se ve que cortaron las cabezas. Hay cortes de cuerpos, tenemos unas cabezas con vértebras cervicales y se observa que echaron a todos al mismo nivel.
‘‘Seguramente preparaban rituales con los cuerpos humanos, una ceremonia. De manera aislada se habían encontrado en Teotihuacán cuerpos cortados, pero no en esa cantidad. Puede ser del cuarto siglo dC”, detalla el investigador.
Adelanta que se efectuarán los estudios de análisis de ADN, Isótopo y Carbono 14 para conocer las características de los fragmentos y enunciar una hipótesis.
¿Tumba real debajo de la Pirámide del Sol?
Desde la Plaza de las Columnas, la élite teotihuacana gobernaba y es donde se desarrollaban los trabajos administrativos, de preparación y posiblemente vivían ahí. Sin embargo, se descarta que la tumba real o las tumbas de los gobernantes estén en ese lugar, explica Saburo Sugiyama.
‘‘Sabemos que la Pirámide del Sol fue construida hacia el año 200 dC y la Ciudadela la fechamos en el tercer siglo de nuestra era, el interior de la Serpiente Emplumada en el 250 dC. La Pirámide de la Luna hace unos de 250 años.
‘‘Es decir había un fuerte gobierno que controlaba de manera simultánea tres construcciones importantes, pero no sabemos cómo se organizaban para hacerlo.’’
Una concentración fuerte demuestra que en Teotihuacán había un gobierno poderoso que ejercía un control no sólo físico, sino ideológico. ‘‘Tenía una instrucción militar muy fuerte. Creo que el gobierno fue muy poderoso y concentrado en lugares específicos y eso quiere decir que sí había un gobernador o familia muy fuerte.
‘‘Mi teoría –añade el arqueólogo japonés –es que la tumba real estaba en el túnel antiguo que localizaron debajo de la Pirámide del Sol y también en el templo de Quetzalcóatl, pero no se han encontrado por la alteración posterior que se hizo. No sabemos qué hubo allí, pues los jefes quemaban sus cuerpos, entonces es difícil identificar una tumba real”.