El presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, entregó ayer al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva Gálvez, el Bando Solemne en el que se da a conocer la declaración como presidente electo de México a Andrés Manuel López Obrador.

En la ceremonia realizada en el salón de Cabildos del Ayuntamiento, el legislador indicó que el país vive la culminación de una lucha que comenzó hace 30 años, la cual será la cuarta transformación y que de lo que se trata es de instaurar una nueva República, basada también en una Constitución mexicana cuya fuente de inspiración, subrayó, va a ser, sin dudas, la carta magna capitalina.

Ante la próxima secretaria de Gobierno capitalina, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, quien acudió en representación de la jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que la reciente instalación del primer Congreso de la capital de México significó la culminación del “inmenso proceso en el marco de la Constitución de la Ciudad.

Expresó que la carta magna capitalina es fruto de un inmenso esfuerzo, de las leyes libertarias que la precedieron, de las incontables luchas sociales que convirtieron, desde el terremoto de 1985, a esta ciudad en el epicentro de la lucha democrática.

Muñoz Ledo agregó que en el texto constitucional local cambian las coordenadas del poder, es una enorme carta de derechos, donde el actor principal es el ciudadano, por las figuras de participación, por la descentralización, la democracia directa, pero, especialmente, por la exigibilidad y justiciabilidad de los derechos humanos al establecer que todos pueden ser recurridos ante un juez de proximidad y todos pueden ser impugnados frente a la Sala Constitucional del Tribual Superior de Justicia de la ciudad.

Destacó también que la Constitución capitalina tiene como eje el derecho a la ciudad, tendiente a un gran fin: los dueños de la capital son sus habitantes; además de ser la más avanzada de América Latina en sus conceptos, estructura y objetivos.