París. El crecimiento de la economía global se tambalea ante las cada vez más intensas fricciones comerciales y las turbulencias que atraviesan los mercados emergentes, advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un reporte en el que recortó los pronósticos de expansión.

El organismo prevé un crecimiento de 3.7 por ciento para este y el próximo año. En mayo calculaba uno de 3.8 por ciento para 2018 y de 3.9 en 2019.

Los riesgos, en particular los proteccionismos, tienen tendencia a erosionar un crecimiento que se encuentra a nivel muy elevado, afirmó Laurence Boone, nueva jefa de análisis de la OCDE. La economía mundial habría alcanzado su pico de crecimiento y comenzado una desaceleración con riesgos que se intensifican, explicó.

El organismo se muestra preocupado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las mayores economías mundiales. Los nuevos aranceles que se han impuesto mutuamente ya tienen repercusiones adversas en la confianza y los proyectos de inversión, indicó el organismo y señaló que el crecimiento del comercio, el motor detrás del auge global de los años recientes, se ha ralentizado este año a cerca de 3 por ciento, desde 5 por ciento de 2017.

Medidas arancelarias adicionales afectarían el empleo y el nivel de vida, en particular en los hogares con bajos ingresos, advierte la organización que pide que cese el avance hacia el proteccionismo y se refuerce el sistema internacional de regulación del comercio con diálogo.

Para la economía de México, que el año pasado creció 2.3 por ciento, la OCDE prevé un incremento de 2.2 este año y 2.5 el próximo, cifras ligeramente inferiores a las publicadas en mayo. La OCDE destaca la resiliencia del consumo y un entorno externo más favorable. Aun así, advierte que la economía mexicana sigue estando muy expuesta a shocks externos.

El alza de las tasas de interés en Estados Unidos y un dólar más fuerte serán un problema para economías de mercados emergentes como Argentina, Brasil y Turquía, afirmó la OCDE, que redujo sus pronósticos para esos tres países.

Diez años después de la bancarrota de Lehman Brothers, la OCDE constata los altos niveles de endeudamiento. “Las reformas reforzaron el sistema bancario, pero los riesgos se desplazaron hacia las instituciones no bancarias que están menos reguladas.

Los niveles de deuda pública y privada son actualmente más elevados que antes de la crisis, se inquieta la institución, que teme que la implementación más rápida de una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos provoque inestabilidad financiera.