El sonido de la alarma sísmica removió recuerdos. Hubo misas, cierres de calles y reproches
Jueves 20 de septiembre de 2018, p. 37
En silencio y con el puño en alto se recordó ayer a las víctimas del sismo del 19 de septiembre en los predios en los que colapsaron inmuebles en la Ciudad de México.
Familiares, amigos y brigadistas se unieron de nuevo, como aquel fatídico día, y al sonar la alerta sísmica del simulacro se removieron los recuerdos, volvió la tristeza, el llanto y el desasosiego.
La jornada empezó con misas a lo largo del día y la colocación de coronas florales en los tapiales de los predios, pero fue a partir de las 13:14 horas, misma hora en que hace un año se cimbró la tierra, cuando en cada punto, entre ellos el Multifamiliar Tlalpan, Chimalpopoca y Bolívar, Ámsterdam y Laredo y Alvaro Obregón 286, se rindió homenaje a los caídos.
Con excepción del multifamiliar Tlalpan, donde los damnificados pidieron a las próximas autoridades refrendar la ruta y los acuerdos alcanzados para la reconstrucción y rehabilitación de sus viviendas, en el resto no hubo discursos, sólo un emotivo acompañamiento que derivó en abrazos.
La mayor actividad se concentró en el Multifamiliar Tlalpan, con damnificados procedentes de otras delegaciones, como Tláhuac, Xochimilco, Cuauhtémoc, Coyoacán y Benito Juárez, quienes durante la ceremonia conmemorativa bloquearon la calzada de Tlalpan.
En otros predios, como en Pestalozzi 27 y 31, en la colonia Del Valle, los vecinos cerraron de manera intermitente el cruce de Viaducto y Cuauhtémoc para exigir al Gobierno de la Ciudad de México que agilice los trámites y el proceso de reconstrucción de sus edificios.
Olivia Domínguez, Guadalupe Avilés y Martha Guevara señalaron que no hemos podido bajar
los recursos destinados para los estudios estructurales y de mecánica de suelo, y también para dictámenes, por los trámites excesivos y porque algunos de los 105 condóminos tienen problemas con sus escrituras.
En las delegaciones Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa también se conmemoró a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017. En los diferentes actos se mencionaron los daños y pérdidas humanas que dejó el terremoto de septiembre de 2017; no obstante, se omitió hablar de los avances en la reconstrucción.
En colonias como El Molino y La Planta, en Iztapalapa, la gente aún vive en campamentos que se formaron con las tiendas de campaña donadas por la República Popular China, y a un año del sismo esperan saber cómo está el subsuelo, debido a la falla que atraviesa ambas colonias. En esa misma espera están los habitantes de la colonia Del Mar, en Tláhuac.
Mientras en los pueblos de San Gregorio Atlapulco, Santa María Nativitas, Santa Cruz Acalpixca, Santiago Tulyehualco, San Luis Tlaxialtemalco y el barrio de San Marcos, en Xochimilco, siguen las demandas. En el primer poblado, que fue de los más afectados, las huellas del desastre son evidentes desde la avenida principal.
En San Gregorio los pobladores aún no pueden habitar sus viviendas, el mercado principal está en ruinas, la muerte de una pequeña de seis años aún está presente, carecen de agua potable y la red de drenaje sigue en reparación.
El reciente censo oficial de la delegación Xochimilco arrojó 3 mil 127 viviendas dañadas, de las cuales mil 205 están en riesgo alto, 934 en riesgo medio y 988 en riesgo bajo.
