El gobierno de Enrique Peña Nieto aseguró que la política agroalimentaria emprendida en el sexenio que finaliza contribuyó a que el campo sea expresión de progreso y prosperidad, y aseguró que por primera vez en las cuatro administraciones recientes el producto interno bruto (PIB) de las actividades primarias registra un promedio anual de 3 por ciento; es decir, mayor al de la economía nacional, cuya tasa anual es de 2.5 por ciento. En contraparte, organizaciones campesinas señalaron que “el campo de México se encuentra en una situación económica, social y ambiental insostenible.

Ha habido una verdadera guerra económica, política, social e ideológica contra la agricultura campesina, emprendida por los gobiernos del PRI y del PAN de 1982 a la fecha, lo que ha provocado la mayor crisis social y alimentaria desde tiempos de la Revolución Mexicana de 1910, refirió Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec), y próximo subsecretario de Agricultura en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Por su parte, la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (Cioac-JDLD) expuso que en realidad el PIB agropecuario ha reducido su participación en el PIB total de la economía, pues pasó de 3.6 por ciento, en 1993, a 3.1 en 2016, de acuerdo con datos del Inegi.

En el libro El gasto público rural 1980-2018, prospectiva 2018-2024, la Cioac-JDLD expone la disparidad en la asignación de apoyos, la mitad de éstos, del programa especial concurrente, están centrados en 10 por ciento de las unidades de producción, que corresponden a los grandes productores; la otra mitad se distribuye en 90 por ciento de las unidades de producción, de pequeños productores.

En el Atlas agroalimentario 2012-2018, realizado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, se asegura que el dinamismo económico del sector agroalimentario y su auge exportador son los resultados de una política de fomento a la productividad, aumento en la rentabilidad, fortalecimiento de la competitividad y optimización de la sustentabilidad.

Además, expone que México es una potencia productora y exportadora de alimentos. En 2017, aseguró, se produjeron 30.7 millones de toneladas más que en 2012, un aumento de 12 por ciento, en tanto que el valor de la producción se incrementó en 333 mil millones de pesos, 46.6 por ciento superior al obtenido en 2012.