Managua. Miles de nicaragüenses exigieron este domingo la salida del presidente Daniel Ortega y la liberación de presos políticos tras denunciar que son torturados, al continuar las protestas que empezaron en abril.

La movilización Rescatando la patria, convocada por grupos opuestos al gobierno, partió del noreste de la ciudad, pese a la presencia de cientos de agentes antimotines que formaron cordones en algunos puntos de la marcha para impedir el paso a los opositores.

¡Asesinos!, gritó la multitud a los oficiales cuando pasaron cerca de los cordones de seguridad, sin que se reportaran incidentes.

Jóvenes, adultos, ancianos, niños y mujeres marcharon, pese al calor extremo, sonando vuvuzelas, gritando consignas contra el gobierno y agitando banderas de Nicaragua.

Otros bailaron o cantaron al son de canciones de protesta y desde un altavoz pedían al mandatario que se vaya.

Ortega, quien gobierna el país centroamericano desde hace 11 años, ha rechazado anticipar los comicios como salida a la crisis generada por la represión a las protestas del 18 de abril. Además, acusa a los manifestantes de golpistas financiados por Estados Unidos.

Los opositores exigieron la excarcelación de más de 300 personas que han sido detenidas y acusadas de terrorismo y otros delitos, con base en una ley aprobada en julio que criminaliza las protestas.

La movilización siguió a otra que este sábado se saldó con al menos dos heridos de bala durante un ataque contra la manifestación que había logrado sortear los intentos de cientos de policías de bloquear su marcha por varios barrios de Managua, según dijeron testigos.

Hombres vestidos de civil a bordo de motocicletas dispararon a los manifestantes cuando atravesaron el barrio Ducualí, zona este de la capital, hiriendo a una mujer de 32 años y a un hombre de 57.

La policía, por su parte, acusó a los grupos de terroristas golpistas, en alusión a los manifestantes, de disparar contra la mujer que identificó como Yasuara Baldizón.

El pasado sábado, un sacerdote de la ciudad de León fue atacado a golpes y asaltado por encapuchados, reportaron fuentes religiosas. Se desconoce si el móvil del ataque fue el robo o si estaría vinculado a una campaña atribuida al oficialismo contra obispos y sacerdotes católicos que han apoyado las protestas contra Ortega.

La crisis en Nicaragua ha dejado 198 muertos según el gobierno, pero ONG aseguran que son 480 los fallecidos.