Ana Ignacia Rodríguez, La Nacha, una de las dirigentes más conocidas del movimiento de 1968 y ex presa política, acudió el miércoles a Ciudad Universitaria a hacer patente su solidaridad con la movilización estudiantil más numerosa de las últimas décadas.

Sobre la agresión que sufrieron el lunes estudiantes del CCH Azcapotzalco en la explanada de la UNAM durante una manifestación pacífica, expresó: Me siento tremendamente adolorida de ver que son muchachos jóvenes que actuaron el lunes. Nuevamente vemos grupos organizados por intereses oscuros dispuestos a herir, a lastimar. Es ominoso que eso siga sucediendo a 50 años del 68.

Lamentó que sin importar el año ni el rector, cada que ocurre un episodio violento en la máxima casa de estudios, generalmente ocasionado por grupos organizados y entrenados para reventar mítines y asambleas, proliferan declaraciones retóricas de rechazo al porrismo. “Pero nadie parece encontrar la solución a este problema que viene de muy atrás. En el 68 hubo porros, eran los del MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, de la ultraderecha católica) y ahora sigue con otras denominaciones y tal vez otros objetivos”.

En su interpretación, lo que impide que desde el gobierno y las autoridades logren desarticular a estos grupos ilegales, que a veces actúan a la sombra de algunos poderes, es que prevalecen intereses. Y estos intereses pesan más que cualquier otra cosa. En esta coyuntura es la presión de sectores dentro de la universidad de los grupos políticos que perdieron en la elección, gente del PRI, del PRD, del PAN, que quieren hacer las cosas más difíciles para la transición. Y no podemos descontar un problema que no había en ese entonces, pero que hoy es gravísimo y tiene bien infiltrada a la universidad: el narcotráfico. Están aquí adentro y accionan.

Sin embargo, se expresó esperanzada: No todo está perdido. El estudiantado respondió de una manera preciosa, contundente. Y yo estoy segura de que este es uno de los aprendizajes del 68. Los jóvenes ya no se dejan fácilmente, saben que tienen derechos y que pueden exigir. Y lo que vimos este miércoles es que hay la determinación de unirse para la defensa de su universidad.