Luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) devolvió la carpeta de investigación sobre el ataque de porros contra estudiantes del CCH Azcapotzalco en la explanada de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 3 de septiembre, la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) afirmó que respeta, pero no comparte, los criterios y la decisión.

En un comunicado, la dependencia del gobierno capitalino dejó en claro que con las premisas de acceso a la justicia, derecho a la verdad y respeto al debido proceso se acepta la competencia y asume el compromiso de trabajar de manera profesional y decidida para esclarecer hasta las últimas consecuencias los eventos suscitados en Ciudad Universitaria.

De acuerdo con fuentes de la procuraduría capitalina, la decisión de la PGR se debió a que la máxima casa de estudios no presentó denuncia formal que obligara a la procuraduría federal a intervenir, además de que –entre otros motivos– lo ocurrido el lunes en el campus universitario implica delitos del fuero común, como lesiones.

Aunado a ello, no se causó daño a las instalaciones de la UNAM, catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, lo que también habría ameritado la intervención de la PGR.

La PGJ-CDMX puntualizó que su investigación buscará el deslinde de responsabilidades para llevar ante un juez de control a las personas que hayan participado en las agresiones.

Para el Gobierno de la Ciudad de México es prioritaria la seguridad de los estudiantes, profesores y personal administrativo, así como de las instalaciones de la UNAM. Por tanto, la institución asume el compromiso de llevar justicia a las víctimas y sus familias, a quienes se les generarán los mecanismos de protección necesarios.