Londres. El gobierno de Gran Bretaña acusó este jueves al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de ser el responsable en última instancia del envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija, Yulia, en Inglaterra, en marzo pasado, una acusación que Moscú calificó de inaceptable.

En Nueva York, poco antes de comenzar una sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania respaldaron la afirmación del gobierno británico de que altos funcionarios rusos están casi con certeza detrás del ataque con el agente neurotóxico Novichok contra el ex espía ruso.

Las autoridades británicas acusaron el miércoles a dos ciudadanos rusos, presuntos miembros del GRU (espionaje militar ruso), del envenenamiento del ex agente y su hija el 4 de marzo pasado en Salisbury, en el suroeste de Inglaterra.

La primera ministra británica, Theresa May, afirmó que este ataque con Novichok, sustancia neurotóxica surgida de un programa químico desarrollado en la Unión Soviética, fue casi seguramente aprobado fuera del GRU, a un nivel elevado del Estado ruso.

Poco antes del comienzo en Nueva York de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al respecto, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania emitieron un comunicado conjunto.

Tenemos confianza absoluta en las afirmaciones británicas de que los dos sospechosos eran oficiales de los servicios de inteligencia militar rusos y que esta operación fue casi con certeza aprobada a un nivel muy alto del gobierno, afirma el texto divulgado en Londres.

El comunicado también apremia a Rusia a proporcionar información completa de su programa sobre Novichok a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.