La compañía fundada por Andrea Peláez y Leonardo Constantini conmemora 15 años de quehacer
Viernes 7 de septiembre de 2018, p. 5
La compañía Cirko de Mente, fundada por Andrea Peláez y Leonardo Constantini, que conmemora su 15 aniversario, estrena este viernes la obra De tono, donde la vibración primigenia da a luz colores intensos y sonidos cristalinos que resuenan en formas de contenidos vivos, y la curva del espacio-tiempo dibuja mandalas cromáticos dentro de una caja negra en la que germinan los sueños.
De tono, cuya temporada en la Karpa de Mente concluirá el 7 de octubre, está inspirada en las teorías del color y de la vibración donde se conectarán los sueños y algo se moverá dentro de cada persona.
En entrevista con La Jornada, Andrea Peláez (Ciudad de México, 1977) explica que el título del montaje se eligió porque el tono está relacionado con el color, con la música y el matiz dramático. ‘‘Nos pareció interesante la noción de tono porque a partir de los recientes descubrimientos de la física cuántica y antiquísimos conceptos filosóficos orientales se supone que todo lo que existe en el universo es vibración.
‘‘La vibración permite que las cosas se manifiesten de diferentes maneras, como los tonos musicales, de color; el origen de todo está vinculado con la vibración, incluso cuando hablamos de la esencia de las personas. En la obra también tratamos las diversas maneras de expresarnos y que de pronto estamos muy encerrados en lo que creemos que somos.”
El leitmotiv en De tono es preguntarse qué pasaría si tenemos la oportunidad de probar ser otro, pues para alcanzar la libertad no nos queda más remedio que cambiar de tono, de color, comprobándonos que nuestra esencia no se pierde por probar otros matices, otras maneras de ser.
‘‘Podemos –añade Peláez– realmente probar ser otras cosas; dejar de ser lo que de pronto nos encarcela en conceptos de lo que somos y ahí viene el reto de cambiar de tono y percatarse de que esta condición de tomar esa posibilidad de probar ser otro permite el azar, la libertad.”
La fundadora de esa compañía de circo contemporáneo también se inspiró en otra idea: si soñamos, esto se puede materializar.
A manera de ejemplo, comparte: ‘‘Cuando volteamos a ver las nubes nos concentramos en sus formas y podemos encontrar las de nuestros sueños; entonces en esta obra los personajes se alimentan de sus nubes que les permiten realizar esos anhelos”.
Con dirección de Juan Ramírez, en De tono se fusionan las artes circense y escénicas, con técnicas no tan convencionales como la de la báscula, el malabarismo con aros, un aparato parecido a una hamaca con bungee y el trapecio, todo articulado con la danza.
De acuerdo con Peláez, coreógrafa que incursionó en la danza aérea en Cirko de Mente, gran parte de esa obra es dancística porque Ramírez desarrolla un lenguaje del movimiento ‘‘muy particular en el que recurre al teatro de gesto’’.
La compañía trabajó dos años para lograr esa fusión.
Al recordar los inicios de Cirko de Mente, Andrea Peláez explica que la fusión entre lo circense y las artes escénicas se dio de manera natural y de modo paulatino fueron profundizando en el trabajo circense.
‘‘Como artistas escénicos nos encaminamos hacia el entrenamiento y técnicas circenses, y efectivamente encontramos que en el mundo existe el denominado circo contemporáneo, es decir, en el trabajo enfocado al entrenamiento circense pero altamente tocado por las artes escénicas y ahí los discursos son muy diversos”, considera.
Cirko de Mente presentará De tono del 7 de septiembre al 7 de octubre con funciones viernes y sábados a las 20 horas y domingos a las 19 horas en la Karpa de Mente, ubicada en el Centro Deportivo de Alto Rendimiento (Hidalgo 195, colonia Unidad Habitacional Fuentes Brotantes, delegación Tlalpan).