Elevar los salarios de los trabajadores del sector automotor en México restará competitividad a la industria que se caracterizaba por las bajas remuneraciones, de acuerdo a expertos.

El entendimiento al que llegaron los gobiernos de Estados Unidos y México el lunes pasado en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) modifica las reglas de origen para la fabricación de automóviles en ambos países, por lo que el contenido regional pasó de 65 a 75 por ciento.

Sin embargo, el problema para México es que la nueva normatividad señala que 40 por ciento en autos ligeros y 45 por ciento en pick ups deben tener componentes manufacturados por trabajadores que ganen más de 16 dólares por hora.

De acuerdo con el director general de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores (Anierm), Enrique Zavala Gallegos, la industria manufacturera nacional no cumple con el requisito porque paga en promedio 3.5 dólares por hora.

El Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) indicó que la resolución tendrá un impacto más significativo en la economía de México, pues las nuevas reglas de origen son desmesuradas en comparación con otros tratados comerciales en el mundo.

Las empresas automotrices contarán con dos años para hacer modificaciones y de acuerdo con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, 70 por ciento de las exportaciones cumplirá con la nueva normativa en 2020, sin embargo, el 30 por ciento restante tendrá que pagar un arancel de 2.5 por ciento de conformidad con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) por incumplir las reglas de origen.

Más allá de los cambios que deban hacer las armadoras instaladas en México, el CIEN señaló que el problema es incrementar los salarios a 16 dólares por hora a los trabajadores del sector, pues eso hará que el país pierda parte de la competitividad que mantenía en el sector.

Consideró que para mantener el atractivo de México ante futuras inversiones, el sector que abarca el mayor número de exportaciones tendrá que reinventar procesos, generar tecnologías innovadoras y conocimientos que permitan un mejor control y reducción en los costos de producción.

Acotó que hay que considerar que la producción industrial en el país no se encuentra en el mejor momento, pues las actividades productivas al segundo trimestre de 2018 fueron las que menos crecieron al registrar solo 1.3 por ciento.

Zavala Gallegos, sostuvo en el foro Un nuevo TLCAN, ¿revolución comercial del siglo XXI? que el nuevo acuerdo comercial alcanzado con Estos Unidos tendrá efectos colaterales en la industria del país, sobre todo en la automotriz por la modificación a las reglas de origen.

En el mismo espacio, la directora de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG, Berenice Egure, expresó que el mayor impacto será elevar los salarios, pues esta acción repercutirá en los costos de producción y en el precio de las unidades, mientras la industria demandará mano de obra especializada.

Al consultar las nuevas disposiciones del TLCAN con empresas como como Hyundai, Honda y Audi, prefirieron no abordar el tema hasta que todo sea resuelto y conocer si Canadá también se unirá al acuerdo.

Cabe destacar que la ministra canadiense de asuntos exteriores, Chrystia Freeland, reconoció el viernes pasado durante la conferencia que ofreció en Washington, que luego de que México cediera en las reglas de origen, los trabajadores de los dos socios comerciales serán beneficiados.