El Valle de México registró en julio pasado un aumento sin precedente en homicidios dolosos y robos en distintas modalidades. Si bien otras regiones del país sobrepasan a la capital y su zona conurbada en violencia, se muestra un incremento constante en casi todos los indicadores compilados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) de la Secretaría de Gobernación.

Por ejemplo, en Ciudad de México (CDMX) ocurrieron 115 asesinatos intencionales en julio, para sumar en los primeros siete meses de este año un total de 693. Lo anterior es casi 90 por ciento del acumulado en todo 2015, cuando se registraron en todo el año 798 homicidios.

Una situación similar ocurre con los robos a casa habitación, de automóviles y a transeúntes. En la capital del país se han registrado, de enero a julio del año en curso, 26 feminicidios y 197 casos de violación sexual.

En cuanto a robos, la CDMX es de las entidades con mayor número de casos registrados, ya que durante ese periodo fueron abiertas 66 mil 244 investigaciones (el pico máximo ocurrió en julio, con 10 mil 270 denuncias).

En este punto destacan los robos a casa habitación: poco más de 4 mil en los primeros siete meses del año, de las cuales 251 se perpetraron con lujo de violencia.

Eso mismo ocurre con los robos de vehículos y de autopartes en la capital: en el primer rubro se han interpuesto casi 6 mil denuncias en siete meses, si bien es menor comparado con cifras de otras entidades (la tasa más alta per cápita la tiene el estado de México y Baja California), mientras en Ciudad de México no hay una baja sustantiva; por el contrario, sube en ese ámbito así como en robos a transeúnte (la mayoría con uso de violencia), transeúnte en espacio abierto, en transporte colectivo e individual y hurto a negocio.

También hay un incremento en los casos de fraudes, abuso de confianza, extorsiones y narcomenudeo. En el estado de México, los más altos más frecuentes son los robos a vehículos y a transeúnte.

En homicidios dolosos, de enero a julio se reportaron mil 286 en territorio mexiquense, con el pico más alto en julio pasado, con 213 crímenes.