La nueva directiva del Senado, que encabeza Morena, pondrá en marcha de inmediato medidas de austeridad y reducirá en 30 por ciento el presupuesto de mil 400 millones de pesos que le dejó la legislatura anterior para lo que resta del año.

Ayer, luego del acto de entrega-recepción en esa cámara, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, indicó que ahorrarán 440 millones de pesos, que serán devueltos a la tesorería. No queremos esperar hasta el presupuesto de 2019; vamos a demostrar que, con menos recursos, sin poner en riesgo el funcionamiento del Senado, podemos hacer las cosas mejor, con más productividad y eficacia.

El presidente saliente, Ernesto Cordero, sostuvo que dejan buenas cuentas y un remanente de 660 millones de pesos, producto de ahorros y recursos sobrantes de la construcción del edificio.

El coordinador Monreal destacó, por separado, que no puede señalar si son buenas o malas cuentas ni adelantar juicios, ya que esperará al resultado de la auditoría externa que aplicarán a las finanzas y operación del Senado.

Cordero, que ayer concluyó su gestión, resaltó que se va satisfecho porque entregan a la nueva directiva de esa cámara una administración en orden. El presupuesto de este año fue ejercido con pulcritud y puntualidad, de acuerdo con lo calendarizado y aprobado desde un principio.

Explicó que de los 660 millones de pesos, 380 provienen de economías y ahorros que hicimos a lo largo de seis años, a fin de que no requirieran recursos adicionales para mejorar la infraestructura del Senado.

Monreal sostuvo que se trata de recursos que no se usaron o sobraron del fideicomiso creado en 2011 para levantar el edificio que ahora aloja al Senado y los intereses que se han generado desde entonces.

Detalló que en el informe que les proporcionaron se señala que con parte de esos recursos se tenían programadas nueve obras con costo de 200 millones de pesos, entre ellas adquirir tres elevadores, construir un acceso peatonal y otras modificaciones en materia de mantenimiento en la sede de Reforma e Insurgentes que ya no pudieron llevar a cabo este año. Resaltó que revisarán si esas obras son indispensables en el contexto del plan de austeridad que darán a conocer en breve.

Cordero, en tanto, explicó que sugirieron lo que a nuestro juicio sería una mejora en la infraestructura del Senado y serán los integrantes de la nueva legislatura los que valoren y decidan cuál va a ser el destino de esos 660 millones de pesos.

Insistió en que fue una ceremonia muy breve, porque “la entrega-recepción implica meterse en mucho detalle, que ya se hará con las áreas correspondientes.

Me voy tranquilo, satisfecho, muy agradecido con mis 127 compañeros (que en realidad fueron 198) que en algún momento, en estos seis años, ocuparon el cargo de senador, señaló Cordero.