El poder adquisitivo de los salarios logró remontar en la primera mitad del año parte del retroceso sufrido en 2017, cuando la liberalización del precio de gasolinas y el diésel llevó la inflación al nivel más alto en una década, según información oficial.

En el segundo trimestre de 2018, el salario promedio en la economía mexicana tuvo un incremento de 6 por ciento, superior al 5.1 por ciento registrado entre enero y marzo pasados, reportó el Banco de México (BdeM).

El alza salarial reportada para el segundo trimestre de este año superó la inflación registrada entre junio de 2017 y el mismo mes de 2018, que fue de 4.65 por ciento, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

También en el segundo trimestre de este año, el salario diario asociado a los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (indicador del empleo formal en el país), aumentó en términos anuales a una tasa de 5.7 por ciento en promedio, también superior a la inflación, añadió el banco central.

Revisiones contractuales

La revisión promedio de los salarios contractuales negociados por empresas de jurisdicción federal, también en el segundo trimestre de este año, fue de 5.3 por ciento, tasa mayor a la de 4.6 por ciento reportada en igual periodo de 2017, añadió el BdeM en el Informe trimestral de inflación abril-junio de 2018, publicado esta semana.

En 2017, los salarios contractuales tuvieron una caída en términos reales de 1.49 por ciento, es decir, el incremento fue menor a la tasa anual de inflación en diciembre de ese año, que se situó en 6.77 por ciento anual, según el Inegi.

La inflación en 2017, la mayor en una década, fue provocada por la decisión gubernamental de eliminar prácticamente la totalidad del subsidio al precio final de la gasolina, lo que provocó, en ese momento, un alza de 24 por ciento en el precio del combustible.

En general, las revisiones salariales, aunadas al comportamiento de la inflación, tanto de la observada como de la esperada para los próximos 12 meses, condujeron a avances en términos reales en la remuneración de los trabajadores, apuntó el Banco de México.

En el segundo trimestre de este año, tanto la tasa de desocupación urbana, como la nacional, siguieron ubicándose en niveles bajos.